Se trata de Hugo Hidalgo (42), que fue detenido cerca de la localidad de El Dorado por personal de Gendarmería Nacional que tenía su foto debido a que pesaba sobre el presunto homicida una orden de captura nacional e internacional, precisó la fuente a Télam.
Hidalgo está acusado de los crímenes de Maruja Chacón Pérez (50) y su hija Shirley Cielo Barrientos (15), cuyos cuerpos fueron sometidos hoy a autopsias que determinaron que la adolescente fue enterrada con vida en la casa donde la Policía encontró los cadáveres.
Un vocero judicial explicó a Télam que los resultados preliminares de la autopsia determinaron que la adolescente murió por “asfixia mecánica por sofocación”, aunque aclararon que la ausencia de lesiones en el hueso situado en la parte anterior del cuello “permite prácticamente descartar una estrangulación manual”.
Según la autopsia, la chica presentaba heridas cortopunzantes a la altura del cuello y un golpe en el cráneo, lo que le provocó la pérdida de conocimiento y permitió al homicida enterrarla.
La fuente detalló que por lo tanto “fue enterrada con vida y murió por asfixia producto de la bolsa de nylon en la que estaba envuelta o de la tierra con la que fue tapada”.
La maniobra fue descripta por los forenses como “anestesia previa de Brouardel”, en la que un golpe en el cráneo hace que la víctima pierda la conciencia a fin de no entorpecer las maniobras posteriores del homicida.
En tanto, la madre de la adolescente, que también fue enterrada en la casa de Punta Lara, murió por una puñalada que le ingresó por la zona occipital izquierda y le perforó la columna vertebral y la médula espinal. Murió en el acto.
La fuente precisó que las características de la muerte de la mujer “son una clara muestra de la violencia que ejerció el homicida y de que su contextura física grande le permitió tener el dominio de las mujeres, pese a que presentaron lesiones compatibles con actos de defensa”.
Puntualizó además que la data de la muerte se ubica entre una semana y diez días previos al hallazgo registrado el martes 7 de este mes cuando el fiscal Marcelo Romero ordenó excavar en una vivienda situada en Almirante Brown 319, de Punta Lara.
El estado de descomposición de los cuerpos no permitió revelar si las víctimas fueron abusadas sexualmente, por lo que ahora se intentará determinarlo a través de estudios anatomopatológicos de diferentes órganos y fluídos.
Con los resultados de la autopsia, el fiscal Marcelo Romero podría ampliar la imputación contra Hugo Hidalgo, a quien las víctimas conocían por la identidad falsa de Hugo Marcos Amiel y que fue detenido hoy en la provincia de Misiones.
La fuente aseguró que el fiscal podría imputarle ahora el delito de “homicidio calificado por alevosía y ensañamiento” y agregó que se espera que el homicida sea trasladado mañana a La Plata para prestar declaración indagatoria.
La búsqueda de Chacón Pérez y su hija, ambas de nacionalidad peruana, se inició luego de que sus familiares que residen en Perú se mostraron preocupados porque desde el 28 de enero último no tenían noticias de ellas, ni telefónicas ni vía Facebook, medios por los que solían comunicarse habitualmente.
La denuncia fue realizada, a pedido de la familia, por una allegada a las mujeres que vive en Ensenada y que el 4 de febrero se presentó en la comisaría de Punta Lara.
Los pesquisas identificaron el inmueble, perteneciente a un hombre que dijo que se lo alquilaba a un compañero de trabajo, Hidalgo, quien no se encontraba en el lugar.
De averiguaciones realizadas, se estableció que Hidalgo trabajaba en la empresa “Media Caña” radicada en la vecina localidad de Ensenada, aunque había renunciado el miércoles tras admitir ante allegados: “Me mandé una cagada”, detallaron los voceros a Télam.
Por orden judicial, efectivos de la DDI de La Plata y de la Policía Científica ingresaron a la casa alquilada por el sospechoso y tras encontrar tierra removida procedieron a hacer una excavación.
A unos 80 centímetros de profundidad se encontró una frazada rosa que envolvía una bolsa de nylon transparente donde estaba el cuerpo de la menor.
Debajo del cuerpo los investigadores hallaron otra bolsa con un cuchillo, ropa interior y zapatillas presuntamente de las víctimas y debajo de otra capa de tierra había otra frazada oscura con una bolsa de consorcio negra donde estaba el cuerpo de la otra mujer.