El sábado a la tarde, dos chicas que estaban besándose en la plaza Colón de Córdoba –a unas diez cuadras del microcentro- fueron detenidas y luego liberadas por efectivos de la Policía cordobesa, quienes las acusaron de cometer por “actos obscenos en la vía pública” y advirtiéndoles que su comportamiento estaba fuera de la “ética ciudadana”.
El caso generó una fuerte polémica y casi de inmediato, se organizaron a través de las redes sociales una serie de medidas para repudiar “este lamentable episodio de lesbofobia”, señalaron desde la Colectiva Diversidad Córdoba, organizadora de la Marcha del Orgullo y la Diversidad: se realizará una denuncia penal, otra presentación ante el Tribunal de Conducta Policial y una “besada masiva”, para el próximo domingo a las 17, frente a la Central de Policía en la esquina de las avenidas Colón y Santa Fe. Una medida de protesta similar a la que se realizó semanas atrás en el tradicional café La Biela, de Recoleta.
Leticia Veber de Devenir Diverse le contó a Clarín que “el ‘delito’ que estaban cometiendo estas compañeras fue que se estaban besando en una plaza, un espacio público. Un compañero nuestro que pasaba por ahí vio el operativo, exagerado, con tres móviles para dos chicas; y le preguntó a los policías por qué tanto despliegue, si era nada más que un beso de dos personas enamoradas”.
La dirigente del colectivo LGTB señaló, además que “las chicas fueron liberadas después de estar demoradas algunas horas”. Y apuntó: “Nosotros entendemos que no se trata de situaciones aisladas, sino de una verdadera política de represión a la libertad sexual, como ya sufrieron otras personas homosexuales, como las chicas de la Biela o los chicos apaleados en Mar del Plata”.
Desde la comunidad LGTB criticaron “este Código de Convivencia retrógrado que le da facultades a la policía para penalizar actos supuestamente delictivos como besarse en la calle.
Por: Gustavo Molina