“Me junté con Macri porque es mi amigo. No ocultamos nada”, manifesto sin titubeos el Mellizo, desestimando la lluvia de críticas que le cayeron tras la reunión.
En relación a las quejas de River por los arbitrajes en su contra, el DT eligió la mesura al afirmar que “hay que dejar en paz al árbitro que dirija”.
Sin embargo, no ocultó su malestar por las palabras de Marcelo Gallardo, entrenador de River, que habló de estar “con la guardia alta” por los vínculos de Boca con el poder en AFA y en el Gobierno Nacional
“No comparto lo que dijo Gallardo, pero nos conocemos de la Selección y el afecto no se rompe”, explicó.