En los últimos tiempos el mes de diciembre se caracterizó por ser una parte del año en la que ocurren conflictos sociales, que causaron más de un dolor de cabeza al gobierno de turno.
Ante la inminencia de la llegada de fin de año, el tema vuelve a estar en agenda e incluso el presidente Mauricio Macri se refirió a la cuestión, buscando llevar tranquilidad a la población. “Diciembre es un mes maravilloso, realmente estamos tranquilos”, sostuvo el mandatario ayer.
Ahora fue el turno de la Iglesia, que a través de monseñor José María Arancedo, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), llamó a dirigentes de todos los sectores a ser “responsables, dejar de lado intereses particulares y pensar en el bien común de la patria”. El objetivo: “Vivir una Navidad en paz”.
En esa línea, Arancedo consideró que políticos, empresarios, gremialistas y dirigentes sociales deben tener “grandeza, apertura y generosidad, dejando de lado los intereses propios”.
“Son tiempos difíciles para el país pero tenemos la esperanza de construir una Argentina nueva, asumiendo los problemas que tenemos y con muchas posibilidades para el futuro, siempre pensando en quienes menos tienen y más sufren”, aseguró el arzobispo de Santa Fe.
Por otro lado, el prelado opinó que “todo lo que sea diálogo es alentador”, aunque pidió que “no queden solo en negociaciones sino que haya propuestas concretas”.
“No solo promesas sino gestos con los que menos tienen”, concluyó en diálogo con Télam.