Serio y de pocas sonrisas, Tite es un personaje que muy pocas veces demuestra lo que siente. Es difícil verlo desbordado. Y mucho menos descontrolado. Sin embargo, no hay dudas de que el triunfo de Brasil ante México y el pase a los cuartos de final del Mundial lo aflojaron. Y así, sin vergüenza, se mostró apenas Firmino convirtió el 2-0 que cerró el partido. Es que lejos del tipo taciturno y centrado que se ve habitualmente, el entrenador se enloqueció y corrió como un hincha más, para terminar abrazado junto a sus dirigidos.
Lo curioso del festejo, además, es que Tite tiene un viejo problema en la rodilla derecha que le impide doblarla del todo y es el motivo de la leve renguera con que se mueve. Es más, esa dolencia viene de años, fue producto de la rotura de ligamentos y el motivo por el cual abandonó el fútbol con apenas 28 años.
Pero, está a la vista, el fútbol todo lo puede. Y más si se está al frente de un Brasil que es cada vez más candidato al título. Y que arrasa desde la llegada de Tite. ¿Datos? Contando el 2-0 a México, el Scratch suma 20 victorias, 4 empates y apenas una derrota, con 54 goles convertidos y sólo seis en contra. Números como para saltar en una pata, ¿no?