Si estás embarazada y ese tema te preocupa, ven conmigo que te quiero contarqué es lo que se siente.
¿Qué se siente?
En mi experiencia personal, la depresión posparto no fue algo muy agradable de pasar. Lo que se siente se puede definir en una sola palabra: angustia, ¡eso! La angustia de los cambios, las nuevas rutinas y horarios, el tener que ocuparme de la casa y además cuidar a mis otras dos hijas, hizo mella en mí de una manera muy negativa.
La frustración de sentir que debía ocuparme de todo y que nadie venía en mi ayuda (eso creí yo porque en realidad muchas personas se ofrecían a ayudarme, pero en ese momento veía todo negro) terminó por abatirme. Solo buscaba acostarme a dormir y cualquier incidente mínimo hacía que el llanto aflorara en mis ojos de una manera que odiaba.
Seguramente para otras madres la sensación puede ser más leve o no tener ningún tipo de depresión, puedo decirte que esto a mi no me pasaba. Veía con desesperación que mi hija dependía completamente de mí y eso me abrumaba como no te lo imaginas.
Calculo que alguna vez te ha pasado sentir que no puedes con todo y tienes ganas de plantar bandera, pero algo en tu interior te obliga a seguir adelante. Bueno, así me sentía yo.
¿Cuándo cambió esto?
La depresión posparto fue menguando poco a poco. No sé si es porque mis hormonas volvieron a la normalidad o porque comencé a organizarme y a no sentirme tan abrumada porque entré en una agradable rutina.
Ahora, unos años después de aquel episodio, puedo asegurarte que eso quedó en el pasado. Ahora veo los ojitos de mi hija y pienso lo afortunada que soy al tenerla conmigo, y un poco me reprocho no haberla disfrutado un poco más durante los primeros días de su vida por culpa de la depresión.
Si tienes miedo de padecer esto no hagas lo que hice yo: callar. Cuéntale a tu familia cómo te sientes para que te puedan ayudar y comprendan el por qué de tus llantos y tristezas, ¡hazme caso!