Hacer ejercicio nos hace bien, tanto desde el aspecto físico como mental y psicológico. Sin embargo, si se realiza un deporte en equipo los beneficios son mayores.
Estas disciplinas son buenas para construir un sentido de colectividad, que impacta de forma directa en el aprender a convivir con otros, ya sea con la propia familia, amigos y compañeros de trabajo, sostiene el brasileño Daniel Pinheiro, educador físico de São Cristóvão Saúde.
Cuando la práctica deportiva es grupal sus integrantes suelen elevar su autoestima y vencer su timidez, mejorando la calidad de vida de quienes son más tímidos.
“La exposición de los participantes de un juego vuelve al individuo menos tímido. Así, el factor de inseguridad desaparece gradualmente cuando se produce la integración con los demás miembros del equipo”, indica.
Además, promueve el aprender a compartir el sentido de responsabilidad, tanto en la victoria como en la derrota, y el respeto al prójimo, señala Pinheiro.
“El buen relacionamiento en los deportes colectivos es extremadamente importante para que todos tengan el mismo objetivo. De esa forma, con un ambiente saludable, las diferencias entre los participantes quedan restringidas a la cancha”, concluye.