Un grupo de padres de una escuela de monjas en Entre Ríos denunció que las autoridades del establecimiento educativo separaron del cargo a una docente de la sala de 5 porque faltaba mucho. La mujer debe someterse a un tratamiento de quimioterapia porque padece cáncer.
El escándalo se desató en la localidad de Santa Elena. Varios padres de la Escuela de gestión Privada 141 San Antonio de Padua enviaron una nota a la dirección en la que amenazan con actuar “en consecuencia”. Hasta el momento, decidieron no enviar a sus hijos a clase hasta obtener una respuesta.
“Las religiosas enseñan a querer, amar y respetar al prójimo y están haciendo todo lo contrario”, dijo uno de los padres al medio local Santa Elena Digital.
“Ante la noticia que nos consternó y entristeció, dejamos aclarado que habrá padres que, de no tener una respuesta favorable en la mayor brevedad posible, actuaremos en consecuencia, porque creemos que esta situación es un acto discriminatorio e irresponsable desde la dirección, como así también consideramos que es un acto escaso de humanidad y cristiandad”, expresa la nota que varios de los papás firmaron.
Según explicó la prensa local, la escuela tomó la decisión de no renovarle el contrato a la mujer, llamada Vanesa, dadas sus reiteradas faltas producto de su tratamiento. Sin su trabajo, la maestra perdería también la obra social con la que financia la quimioterapia.