La clásica leyenda sostiene que nadie puede borrar con el codo lo que se escribe con la mano. Quizás la expresidenta Cristina Kirchner la escuchó atentamente, por eso tuvo que recurrir a un corrector escolar liquid paper, en un intento de sacar su nombre de un acta clave en la causa Hotesur.
Se trata de actas de asambleas donde figuraba el nombre de Cristina y fue tachado con liquid paper. Para los investigadores se trata de una clara maniobra para ocultar su identidad en la causa que investiga los presuntos sobornos del empresario patagónico Lázaro Báez mediante el alquiler de los hoteles.
La manipulación de los documentos, según reveló A Dos Voces, consta en los tribunales federales de Comodoro Py. La diputada denunciante Margarita Stolbizer contó que entre el 13 y el 16 de julio pasado, las actas quedaron bajo custodia de la Prefectura, tras los allanamientos ordenados por el juez Julián Ercolin.
“Esa documentación había quedado en los despachos de Prefectura. Tuvo acceso la defensa de Cristina Kirchner. Nosotros advertimos que había actas que estaban adulteradas con liquid paper. Ahora le están realizando las pruebas periciales”, contó Stolbizer.
La Justicia identificó que una de las adulteraciones corresponde a un acta del 24 de febrero de 2012 y otra al 20 de marzo de 2014. Lo insólito del caso, según el informe, es que se usó un procedimiento rápidamente identificado por las autoridades. En el reglón nueve de una de las actas figuraba la propia Cristina Kirchner como accionista mayoritaria. Allí se usó corrector escolar para borrar su nombre y poner el de su hijo, Máximo Kirchner.