Conocido como “el jardinero” de la familia Kirchner, el empresario Ricardo Barreiro quedó otra vez bajo la lupa de la Justicia. La Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac) radicó una denuncia ante la Justicia federal de Rosario para que investigue si el patagónico integra un conglomerado de empresas sospechada de lavar millones a través de supuestas exportaciones.
La denuncia de la Procelac quedó en manos del juez federal N° 3 de Rosario, Carlos Vera Barros, y el fiscal del fuero, Mario Gambacorta, quienes deberán determinar, además, si las ramificaciones de las sociedades llegan a Los Monos, la banda narco a la que se investiga por supuesto lavado desde octubre pasado.
Dirigida ahora por los fiscales Gabriel Pérez Barberá y María Laura Roteta, la Procelac radicó su denuncia tras un completar un análisis propio, que incluyó datos aportados por otros dos organismos del Estado. Por un lado, las áreas de investigaciones contra el Narcotráfico y Control Aduanero de la AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos) y, por el otro, la Unidad de Información Fiscal (UIF).
Conocido como “el jardinero” de los Kirchner -en realidad fue cuidador de la residencia familiar en El Calafate-, Barreiro acumuló durante los últimos años diversos títulos y puestos públicos, hoteles, restaurantes y empresas de transporte en Santa Cruz y en Tucumán.
Pero mientras Barreiro incrementaba su patrimonio, también sus hijos se unieron al círculo de los Kirchner. Pablo se convirtió en asistente personal de la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner y su otro hijo, Sebastián, trabajó como policía junto con la custodia presidencial.
Según la denuncia de la Procelac, Barreiro podría encontrarse detrás de “un grupo familiar de personas jóvenes y sin antecedentes comerciales, con un perfil económico que no justificaría los montos de las operatorias realizadas en apenas tres meses del año pasado”, entre agosto y noviembre de 2015.
Para eso, la unidad fiscal requirió que se investigue a Frutos del Oeste SRL, Finca Los Aromas SRL, Indofrut SRL y Comercializadora de Cuyo SRL; también, a tres hombres de apellido Siboldi -Sergio Martín, Sergio Luis y Ramiro Raúl-, a Flavio Ayelén Albornoz, Justo Faustino Domínguez, Gloria Escobar, Selene y Carlos Vespuccio, y a la ex concejal peronista de Villa Gobernador Gálvez, María Carmen Murabito.
Domicilios del Fonavi
Los nexos entre Barreiro y Murabito se corporizan en dos empresas. Una es Los Antiguos Patagones SRL, que controla un hotel con paredes de chapa y madera, junto al Lago Buenos Aires, en Santa Cruz, a cinco kilómetros de la frontera con Chile.
Murabito admitió que el hotel sigue siendo de ella ante la consulta de LA NACION, aunque dijo desconocer que “su amigo” Barreiro haya sido su socio. El empresario patagónico viaja seguido a Rosario, donde fijó su domicilio en el edificio de Laprida 1832, en pleno centro de la ciudad.
“Ahora nos va mal, aunque prefiero mantenerlo. Antes teníamos 30 empleados y en este momento quedan sólo cuatro -planteó Murabito-. Lo que publican los medios sobre los escándalos de corrupción en Santa Cruz nos ha perjudicado mucho”.
La otra firma que comparten Barreiro y Murabito es BM Constructora SA, la firma que lleva las iniciales de sus apellidos. La crearon en 2011 para la compra, venta y edificación de inmuebles. Su domicilio legal es San Martín 2635, de Villa Gobernador Gálvez, pero allí no hay nada que se parezca a una empresa constructora, según confirmó este diario.
Para la Procelac, de todos modos, el enlace clave del entramado sería Carlos Vespuccio, quien -según admitió Murabito a LA NACION- es su empleado, mientras que los domicilios de otras empresas en la periferia rosarina aportan sorpresas.
Por su parte, la firma Indofrut fijó su domicilio Pasaje Escalante 6550, en la zona sur de Rosario, para la supuesta exportación de frutas. Como socio figura Sergio Luis Siboldi, de 54 años, casado con una mujer de apellido Cantero, el mismo de la banda de Los Monos. Este diario se intentó comunicar varias veces con él, pero no respondió los mensajes.
El domicilio de Frutos del Oeste SRL -también dominada por los Siboldi-, en tanto, sería en el tercer piso de un complejo Fonavi, ubicado en Alzugaray 725. A 50 metros de allí, en una casa con un portón negro, al lado de una agencia de quiniela, se radicó otra exportadora de frutas, Finca Los Aromos, que se conformó el 16 de octubre de 2015, un día después de que Indofrut. Esa compañía está a nombre de Justo Faustino Domínguez, de 55 años, quien vive en Villa Gobernador Gálvez, y Flavia Ayelén Albornoz, de 25 años, de apellido materno Báez.
La otra empresa donde se repite el apellido Siboldi es Comercializadora de Cuyo, creada el 22 de julio de 2015, en Melincué 6133, a cuatro cuadras de la “sede” de las otras empresas, detrás del casino City Center, de Rosario. Los socios de esa otra exportadora de frutas son Gloria Escobar y Ramiro Siboldi. El gerente es Diego Héctor López, de 39 años, quien también vive en Donado 746, un complejo de viviendas públicas.
De exonerado en 1991 a millonario
Ricardo Barreiro
Profesión: empresario
Edad: 59 años
Origen: Santa Cruz
En 1991 fue exonerado como administrador contable en la intendencia del Parque Nacional Los Glaciares. Lo despidieron por manejo administrativo negligente. Empezó a dar clases de contabilidad en un colegio secundario de El Calafate
Conocido como el “jardinero” de los Kirchner -fue cuidador de la residencia de los gobernadores en El Calafate-, el patrimonio de Barreiro comenzó a crecer. Acumuló allí un complejo de cabañas, una compañía de colectivos, la concesión de un empresa de envíos y un restaurante en el centro de esa ciudad. También, el hotel Altos de Amaicha, uno de los más prestigiosos de la zona
Con el arribo de los Kirchner a Buenos Aires en 2003, recibió varios títulos y ocupó algunos puestos públicos. Lo contrató el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna), fue “embajador cultural” de Clorinda, Formosa, y coordinador en el Ministerio de Cultura de Entre Ríos
En 2010, Barreiro contactó a Mario Rotundo con el objetivo de comprarle la herencia de Juan Domingo Perón, pero se frustró la millonaria operación.
Por: Hugo Alconada Mon