Irregularidades en los convenios con la Asociación Argentina de Tenis para los partidos de la Copa Davis 2015, compras millonarias de bienes y servicios bajo una polémica modalidad conocida como “legítimo abono”, convenios con Universidades K para contratar personal, y hasta un faltante de bienes en el predio ferial. Son solo algunas de la irregularidades que constan en una denuncia penal realizada hoy por la Oficina Anticorrupción contra Oscar Parrilli, Wado De Pedro y Javier Grosman, los funcionarios que administraron los bienes de Técnópolis. Se los acusa de malversación de caudales, defraudación contra la administración pública y cohecho, entre otros delitos
La denuncia, a la que accedió Infobae en exclusiva, es la consecuencia de un informe de auditoría de la SIGEN que comenzó a trabajar en mayo de este año sobre un presupuesto millonario: entre 2011 y 2015, Tecnópolis administró un total de $1.046.834.738, siendo 2011 el el que registró la mayor variación con un 1044,56% (pasó de $20.000.000 a $ 228.912.050).
Una de las irregularidades detectadas apunta a los convenios con la Asociación Argentina de Tenis (AAT) para la Copa Davis 2015, cuando se jugaron dos series: Argentina vs. Brasil (6, 7 y 8 de marzo 2015) y Argentina vs. Serbia (17, 18 y 19 de julio del mismo año). “No hubo un efectivo control por parte de la Unidad Ejecutora del Bicentenario (UEB), ya que la vaguedad de las descripciones de muchas de las facturas correspondientes a gastos rendidos, hace prácticamente imposible saber en qué se aplicaron los fondos y si el precio pagado era acorde a los que manejaba el mercado en ese entonces”, dice la denuncia.
Los pagos a la AAT fueron aprobados por la resolución SG Nº185/15, que lleva la firma del entonces secretario general de la Presidencia, Eduardo “Wado ” De Pedro. El informe de la SIGEN cuestiona el objeto del convenio de la serie con Brasil, que en definitiva terminaba ayudando financieramente a la Asociación Argentina de Tenis.
“El perjuicio se profundiza cuando se observa que se justificaron gastos ante la la autoridad, mediante facturas inespecíficas. El control no se debe reducir a una acumulación de comprobantes. Se debe evaluar el gasto, si este se encuentra justificado, la razonabilidad de lo gastado y el precio. El Sr. Grosman debía controlar esas rendiciones de gastos, y en virtud de las irregularidades puestas de manifiesto, no lo hizo”, destaca la presentación judicial.
Otro tramo de la denuncia, que ya fue sorteada y le tocó al juez federal Sergio Torres, apunta a la compra de bienes y servicios bajo la modalidad conocida como “legítimo abono”, que debería ser un mecanismo excepcional y restrictivo. La SIGEN destacó que en esos casos “no se cumplió con la debida justificación y ni con las pautas básicas de esta modalidad”.
Uno de los casos denunciados es la compra de alimentos perecederos y no perecederos para el comedor de Tecnópolis a la Corporación del Mercado Central B.A por $ 1.185.080. En total, bajo esa modalidad de contratación se gastaron $ 8.866.944,54.
En ese caso el principal involucrado era Javier Grosman. “Hace el gasto, provocando un crédito a favor de un tercero, sin el trámite correspondiente, que cuanto menos: justifique la utilización de esta manera de pago, o mencione cuáles fueron los impedimentos excepcionales que malograron un trámite normal de contratación, aunque ésta fuera directa por razones de urgencia, la razonabilidad del precio pagado, entre otras razones”, resume la denuncia.
La Oficina Anticorrupción, bajo la conducción de Laura Alonso, y la SIGEN estaban investigando la gestión de Grosman en Tecnópolis y las contrataciones para los actos de la ex presidenta Cristina Kirchner.
El tercer capítulo de la denuncia presentada hoy en Comodoro Py apunta a una serie de convenios de la UEB con dos universidades nacionales. Según los organismo de control, aparecen una serie de irregularidades vinculadas a la falta de presentación de rendiciones de cuentas y la rendición incompleta de los fondos transferidos.
El primer convenio fue firmado en marzo de 2010 con la Universidad de Tres de Febrero y apuntaba a la “asistencia técnica, material y financiera para la ejecución conjunta de proyectos de carácter cultural y desarrollo de ediciones de contenido educativo”. En lo concreto, terminó siendo utilizado hasta para el mantenimiento de la pista de skate de Tecnópolis por un presupuestado total de $2.393.000. Para la SIGEN, las rendiciones de los fondos entregados a la UNTREF “no supera estándares mínimos de rigurosidad para justificar un gasto” y tampoco funcionó el control estatal.
No es un tema menor. Solo para la contratación de personal, las universidades K cobraron desde Tecnópolis $186.328.362.
Por último, la denuncia destaca un faltante de bienes de Tecnópolis que ya fue denunciado ante la Comisaría Vicente López 4º Villa Martelli.