Demi Lovato se enamoró a primera vista de su gatito de raza esfinge, al que llamó Hairy-ette.
Esta raza es muy particular por su aparente ausencia de pelaje y por su silueta esbelta y refinada. No es un animalito para cualquiera ya que su extraño aspecto puede llegar a asustar. Para resumir: a simple vista, no parecería ser el típico gatito amigable de los cuentos…
Sin embargo, Demi acogió a su Hairy-ette con mucho amor, pero el amor no logró vencer todos los obstáculos en este caso. A las 24 horas de darle la bienvenida en su casa, la estrella pop debió devolverlo. ¿Qué pasó? Descubrió que es alérgica a los gatos.
“Pensé que no iba a pasar nada porque no tiene pelo”, explicó. ¡Una pena!