Juan Martín del Potro regresó al US Open con una victoria ante su compatriota Diego Schwartzman por 6-4, 6-4 y 7-6 (7-3) en un duelo que se estiró durante dos horas y 38 minutos.
En el estadio Louis Armstrong, segunda en importancia en Flushing Meadows, el campeón de 2009 iluminó al público en su regreso con un uniforme amarillo neón. Tres años después de su última aparición en Nueva York, Del Potro no pasó inadvertido por su vestimenta, ni tampoco por su poderosa derecha.
“Me estoy haciendo mayor, hace ya mucho que gané aquí. Pero muchísimas gracias al US Open por la invitación, lo aprecio un montón”, dijo el argentino apenas concluyó el encuentro. “Para mí es muy difícil ganar después de dos años sin competir, pero mostrar mi tenis al público es genial”, añadió.
El ex número cuatro del mundo se llevó los puntos decisivos ante su compatriota en un encuentro en el que las alternativas se sucedieron en todos los parciales. En el primer set, Del Potro se puso rápidamente con un 4-1 de arranque y dos quiebres, aunque Schwartzman redujo la diferencia a un solo break en el sexto juego.
Similar guión tuvo el segundo set, en el que Del Potro también sumó más breaks que Schwartzman. El número 69 del mundo pudo neutralizar el quiebre que su rival logró en el primer juego, pero no pudo mantener la igualdad por mucho tiempo, pues el tenista de Tandil sumó un nuevo break en el séptimo game.
La tercera manga, mucho más pareja, se decidió en el tie-break después de que Del Potro no pudiera cerrar el encuentro con 6-5 arriba, justo cuando Schwartzman logró un break vital que llevó el parcial a la definición en el desempate. Allí, el tandilense ya no perdonó y certificó su pase a la segunda ronda.
Habían pasado tres años desde la última vez que Del Potro compitió en Flushing Meadows. En 2013, cayó en la segunda ronda ante el también campeón del US Open Lleyton Hewitt, que se impuso en cinco sets. Desde entonces, el argentino se había sometido a tres operaciones en su muñeca izquierda.