Dejó de vender “pedos envasados” para comercializar la transpiración de sus pechos

En estos tiempos hay que agilizar la mente para lograr buenos negocios y aquí encontramos la que podría ser la emprendedora más creativa del mundo.

Primero se hizo millonaria vendiendo “pedos”, si flatulencias, y cuando el negocio dejó de ser próspero o se quedó sin olor, decidió cambiar de rumbo: la rubia Stephanie Matto ahora fundó otro negocio secundario inusual: vender botellas de la transpiración de sus senos.

Cambio de rumbo

La mujer de 31 años dejó de vender sus flatulencias luego de un ataque cardíaco en enero y el negocio ya no era el inicial, seguramente, entonces ideó la nueva empresa justo a tiempo para el verano y ya está resultando muy lucrativa.

“Si el sudor de pecho es el nuevo ajetreo secundario, estoy aquí para ello”, dijo Matto con entusiasmo en una entrevista con Jam Press publicada por The New York Post.

“Va a ser un verano de chicas calientes y mis pechos están sudando, ¡así que embotellemos y vendamos!”.

Matto, que vive en Connecticut, Estados Unidos, afirma que puede llevarle solo 15 minutos producir un frasco lleno de sudor de senos si está descansando junto a su piscina en un día soleado. Claro, el clima debe ser lo suficientemente cálido.

 

 

 

Cada frasco de transpiración cuesta 500 dólares y vende 10 por día.

“Me encanta sentarme junto a la piscina, pero también es un trabajo duro, no se deje engañar”, destacó Matto a Jam Press. “

“Me gusta llamarme a mí mismo el árbol de arce humano y la teta suda mi savia. Me siento allí y recojo mi savia de la misma manera que lo hace un arce”, agregó.

El peligro del sol

Matto es consciente de que sentarse al sol todo el día puede ser peligroso, por lo que está tratando de tomar las medidas de seguridad adecuadas para protegerse.

“Quiero ser inteligente, empezar lento y tener un crecimiento sostenible que no abrume mi cuerpo”, declaró.