A un mes y medio del inicio de clases en todo el país, el Gobierno formalizó hoy el fin de la paritaria nacional docente y le quitó poder de negociación al gremio mayoritario, la Confederación de Trabajadores de la Eduación (Ctera) que encabeza el actual diputado kirchnerista Hugo Yasky.
Así surge del decreto 52/2018. publicado hoy en el Boletín Oficial con las firmas del presidente Mauricio Macri, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y los ministros de Educación y Trabajo, Alejandro Finocchiaro y Jorge Triaca.
El decreto reglamenta la Ley de Financiamiento Educativo de 2006 y dispone que el salario mínimo docente “no podrá ser inferior al 20 por ciento por encima del salario mínimo vital y móvil vigente, acuerdo arribado entre las asociaciones sindicales y el Poder Ejecutivo Nacional según acta suscripta entre las partes de fecha 25 de febrero de 2016″.
En otras palabras, ningún docente del país debería ganar menos de 11400 pesos mensuales, ya que el SMVM está en la actualidad en $ 9500.
Este punto fue el más criticado por los gremios docentes, y Ctera en particular, durante las negociaciones paritarias del año pasado.
El Gobierno adujo entonces que, con ese mínimo garantizado, correspondía a cada provincia llevar adelante la negociación paritaria distrital, sin una paritaria nacional marco. Hasta 2016, esa negociación nacional servía como piso para los acuerdos entre gremios y provincias.
Así, la mesa de diálogo del Consejo Federal de Educación queda delimitada a la discusión de otras materias de índole laboral, como las condiciones de ingreso a la carrera docente, promoción y capacitación.
Pero hay algo más. El Gobierno decidió que, en esa mesa de diálogo, la representación sindical “será ejercida por un miembro de cada asociación sindical de primer, segundo y tercer grado con personería gremial y y ámbito geográfico de actuación en materia docente en todo el territorio nacional”. Y que las decisiones se tomarán por votación, con mayoría simple.
Hasta hoy, esa representación era proporcional a la cantidad de afiliados. Ctera, el gremio mayoritario, tenía cinco de las nueve sillas destinadas a los gremios, lo que le daba capacidad para definir votaciones. Los otros cuatro escanios eran para UDA, Sadop, CEA y AMET, más pequeños.
Ctera forma parte de la CTA y es el gremio de origen de Yasky, hoy diputado del frente Unidad Ciudadana y uno de los sindicalistas más alineados con la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
La decisión oficial, previa a las negociaciones paritarias, llegó días después de que la gobernación bonaerense enviara cartas a los docentes para recordarles los mecanismos de desafiliación a los gremios. La gestión de María Eugenia Vidal justificó la decisión en las afiliaciones compulsivas del gremio Soeme, que comandaba el ahora detenido Marcelo Balcedo. Los gremios mayoritarios, como el Suteba que lidera Roberto Baradel -y que integra Ctera- lo leyeron como una provocación.