La madrugada del 14 de junio Jesús Ojeda, vecino del convento de General Rodríguez, notó algo que le llamó mucho la atención. Ya estaba acostumbrado a que llegaran funcionarios importantes al lugar con lujosos autos, pero esa noche pasó algo que lo alertó.
Notó la presencia de un hombre que estaba en la entrada del lugar y que tiraba bolsos. Por eso, decidió llamar a la Policía: a las 3.53 se comunicó con el 911 y los efectivos llegaron al lugar apenas tres minutos después.
El llamado de Ojeda destapó otro escándalo K: el sospechoso era el exsecretario de Obras Públicas José López, que fue detenido esa misma noche cuando trataba de esconder 9 millones de dólares en el convento. Ahora el testigo declarará ante el juez federal Daniel Rafecas en Comodoro Py para que el magistrado obtenga más detalles de la presencia del exfuncionario K en el lugar.
“Un hombre tiró un par de bolsas adentro y saltó. Es una casa de monjas”, le explicaba Ojeda al operador del 911. “Pensé que le iba a hacer algo a las monjitas”, decía, sin saber que en realidad no se trataba de monjas sino de religiosas que pertenecen a una asociación laica. La madre Alba y la hermana Inés, que ayudaron a López a esconder los bolsos repletos de billetes -como lo demostró un video de las cámaras de seguridad del lugar-, son investigadas por su accionar.
Rafecas comprobó que en el convento de General Rodríguez también viven otras dos religiosas, las hermanas Marcela y María, que fueron citadas a declarar mañana como testigos. El juez se llevó documentación sobre partidas de fondos enviadas desde el Ministerio de Planificación de Julio De Vido a la Basílica de Luján y al propio convento e información de cuentas bancarias del exobispo de Mercedes-Luján Rubén Di Monte, que murió.
Entre la documentación que Rafecas se llevó del lugar hay una foto “selfie” que López se sacó en el monasterio con dos “monjas” y Di Monte, divertidos y con una torta de por medio. El magistrado hizo este procedimiento en la investigación por enriquecimiento ilícito en la que López ya está procesado con prisión preventiva y con un embargo millonario.
Parte de los papeles vinculados a Planificación son de diez años atrás e incluyen documentaciones con Di Monte. A pedido de la Oficina Anticorrupción se secuestró la computadora que estaba en el despacho del religioso.