De detective atormentado a mafioso ruso: El cambio de Stellan Skarsgård

Stellan Skarsgård está cantando en un karaoke “I love to love” mientras habla con muertos. Luce serio pero trastornado, conoce su problema pero sigue adelante. Los seres que ve no son una excusa para alejarse de su objetivo. Él es John River y tiene una serie a cuestas y un asesinato que resolver.

El actor -protagonista de River (un policial muy recomendable de la BBC, que se puede ver en Netflix ) y del film Un traidor entre nosotros, que se estrena hoy en las salas de cine- es uno de los intérpretes suecos más conocidos de la actualidad. Tanto su expresión como su compromiso con las historias pueden notarse en cada papel que encarna. De lo más versátil y con años de trayectoria en el séptimo arte (arrancó a los 16 años) fue reconocido, entre otros premios, con el Oso de Plata del Festival de Berlín, en 1982, y como mejor actor en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.
En un traidor entre nosotros, Stellan interpreta a un hombre en una encrucijada. Está en Marruecos, en un restaurante lujoso, cuando descubre a un turista (Ewan McGregor) a quien le tiene que pedir un favor de vida o muerte. Está preocupado por su familia, lavó plata durante demasiado tiempo y ahora su relación con los capos de la mafia se complicó. Como Dima, un ruso que solo quiere salvar a su familia, Skarsgård se encuentra con un personaje patológicamente más estable con un modus operandi mafioso y descarado pero con códigos y un gran corazón, tiene algo de Robert De Niro en La familia de mi novia.

https://youtu.be/ZJbKtG66jQU
Enfrentarse a los miedos: Stellan fue uno de los aliados del director danés Lars von Trier, participó de la miniserie The Kingdom y en las películas Contra viento y marea, Dogville, Melancholia y Nymphomaniac. “´Stellan mi nueva película va a ser porno, quiero que interpretes a uno de los protagonistas´, me dijo Lars. Dije ´ok, voy a estar’. ‘Pero vas a tener que mostrar tu pene al final´. ´Estoy ahí´. Recién después de esa conversación la empezó a escribir, y entendí que no iba a ser porno sino muy explícita”, reveló en una conferencia años atrás sobre cómo llegó a Nymphomaniac.

Pero su paso por la pantalla grande no se limitó solo a piezas del cine nórdico, ni del movimiento Dogma 95. Stellan también fue parte de la industria hollywoodense. Su carrera en el cine comercial se hizo bien visible después de ser uno de los tres posibles padres de Amanda Seyfried en Mamma mia! Junto a Pierce Brosnan, Colin Firth y Meryl Streep, Stellan se probó en un doble desafío: el de ser parte de una comedia musical al “no saber ni bailar ni cantar”. El sueco mostró que además de un hombre rudo puede ponerse al servicio de la risa.

“Mucho de mi trabajo es enfrentarme a mis miedos. Me pongo nervioso, cada vez que digo sí a algo me arrepiento al momento. Es como que veo esa montaña que tengo que escalar y después están esos momentos en que estás trabajando con buenos actores y directores y viene esa escena y empiezan a pasar cosas que no estaban planeadas”, dijo el actor y padre de ocho hijos en una charla en un festival de cine independiente.

También fue Will Turner padre en Piratas del Caribe (¿se acuerdan del pirata que tiene una estrella de mar pegada a la cara?) y el Dr. Selvig en Thor y Los vengadores.

Su mundo privado. Además de tener una vasta carrera en cine, Stellan es padre de ocho hijos de dos matrimonios diferentes. Su primera mujer fue My Skarsgård con quien tuvo 6 hijos, 3 de los cuales son actores conocidos también -Bill Skarsgård (Hemlock Grove), Alexander Skarsgård (True Blood, Tarzán), Gustaf Skarsgård (Vikings)-. Su hija Eija es modelo y Sam y Valter todavía no se probaron en el mundo del espectáculo. En la actualidad su mujer es Megan Everett, con quien tuvo otros dos herederos: Ossian y Kolbjorn.

Alexander, quien trabajó con su padre por primera vez en el film Melancholia, dijo en una entrevista sobre Stellan: “Es uno de mis mejores amigos. Es un placer trabajar con él”. Para el actor sueco de 65 años, la familia es lo más importante y, parecido a lo que sucede en Un traidor entre nosotros, los valores son el centro de su vida. “Si alguien me dice que un hijo mío lo trató mal en el set, ahí me preocuparía. Lo que más valoro es que sean buenos chicos”, dijo a la prensa estadounidense.