Daniel Scioli dejó la provincia en 2015 con un déficit de más de 21 mil millones de pesos y una deuda que aumentó solo en los últimos 12 meses de su mandato cerca del 35 por ciento. A partir de gastos corrientes creciendo a un ritmo muy superior al de los ingresos totales en más de 11 puntos porcentuales, 46,3% versus 35,1%, respectivamente, el rojo fiscal ascendió a $21.470 millones, en contraste con un superávit de $800 millones del cierre de 2014, comunicó el Gobierno encabezado por María Eugenia Vidal, luego de haber completado el arqueo de caja y de grandes movimientos de las finanzas públicas.
Como también se observó en el orden nacional, una de las causas de semejante descalabro de las finanzas públicas en el último año de gobierno de Daniel Sciolii, pese a que 2015 cerró con un mínimo crecimiento de la economía, fue la laxa política laboral de la administración pública provincial, habida cuenta de que la partida de remuneraciones superó en 23% la pauta presupuestaria, constituyéndose en el principal factor del salto del rojo fiscal a un nivel que superó con creces el desequilibrio acumulado de los cinco años precedentes.
Además, los datos finales del año dieron cuenta que la inversión en obras de infraestructura básica, desde mantenimiento de rutas, hasta las refacciones en hospitales, escuelas y provisión a los habitantes de áreas carenciales de otros servicios básicos de agua fue inferior en un 27% inferior al monto previsto en el presupuesto, apenas alcanzó al 3,7% del gasto total”.
“Recibimos una provincia quebrada con un Estado que no podía garantizar sus funciones. Así y todo, logramos que el 92% de los trabajadores de la provincia arreglaron paritarias cuando decían que no íbamos a respetar las negociaciones salariales. Vamos a estar siempre con los que más sufren hasta que puedan vivir un poco mejor”, señaló la gobernadora, María Eugenia Vidal, a la prensa una semana atrás.
Semejante expansión del desequilibrio fiscal fue determinante para dejar una hipoteca de una deuda pública provincial de más de $120.000 millones, con un aumento de 35% durante 2015, además de otras obligaciones no registradas como el diferimiento de los pagos a proveedores y contratistas, acumulando una deuda flotante de aproximadamente $8.000 millones.
María Eugenia Vidal destacó el deficiente estado en que encontró los hospitales públicos de Buenos Aires, “cualquier persona que los utilice se da cuenta de que están mal”, pero prometió, a diferencia de lo ocurrido durante los ocho años de gobierno de Daniel Scioli, “poner en condiciones los actuales centros de salud, antes de poner otros en funcionamiento”.