La Villa Olímpica está a tope, tanto de atletas amateurs como de estrellas del deporte actual. Es habitual ver como ciertas delegaciones se sacan fotografías con las figuras, pero el cruce de dos gigantes es todo un suceso. Por ello, que Michael Phelps y Novak Djokovic estrechen sus manos fue uno de los sucesos más salientes de estos Juegos Olímpicos.
“Estaba descansando en un parque. Entonces creí reconocerlo, cruzamos las miradas, nos hicimos un gesto y dije, ¿por qué no? Me voy a acercar a él”, contó el nadador estadounidense sobre su encuentro con el tenista serbio.
Phelps, el atleta con más medallas de la historia del olímpismo, no dudo en saludarse a otra gloria del deporte, el número uno del ranking mundial ATP.
“Tener una situación como la que viví ayer con Novak es lo que le da sentido a todo el espíritu olímpico. Sentir en la propia piel el encuentro con los colegas. Yo soy un gran admirador de lo que hace y, cada vez que puedo, veo sus partidos de tenis. Por eso, creía que tenía que ir a hablarle”, afirmó el rey de la natación.
El abanderado de la delegación estadounidense dio detalles sobre su charla con el tenista que ganó la medalla de bronce en Beijing 2008: “Nos comentamos cuándo iba a competir cada uno y hablamos sobre las sensaciones de lo que significa los Juegos Olímpicos para un deportista. Me pareció una persona muy sencilla, divertida, con perfil bajo.”
Por último, Phelps confesó que solía estar solo durante la competencia, pero que este año decidió relacionarse con sus colegas. “En otras ediciones, me la pasaba todo el tiempo con los auriculares y mi música. Ahora, poder estar en contacto con atletas de otros países, desde los más grandes hasta los más pequeños, es un factor que no tiene comparación”, afirmó