Un hombre denunció haber vivido una desagradable situación en un reconocido bar de la costanera de Rosario. Martín aseguró que su hija casi se come una cucaracha que estaba en el plato y, para colmo, no obtuvo respuestas del Instituto del Alimento para dejar sentada la grave irregularidad del local.
Se trataba de un plato de fideos con albóndigas. El insecto estaba posado precisamente en una de ellas, cuando la pequeña hija del denunciante se disponía a consumir el plato.
“Desde el bar no sabían cómo pedirme disculpas. Me llamó el responsable también”, relató Martín.
Pero el mal momento no terminó allí. Según contó a La Capital, el hombre intentó comunicarse con el Instituto del Alimento para averiguar si el bar Río Mío había recibido los controles bromatológicos correspondientes.
Pero no tuvo éxito: “Llamé a Santa Fe, donde me atendieron muy bien, y me dijeron que el caso es de competencia municipal. Acá nunca me atendieron. Lo único que quiero es que Bromatología funcione. Es una vergüenza”, se quejó.
Ante la falta de respuestas, el hombre advirtió en las redes sociales sobre el mal momento: “Una cucaracha en la albóndiga que comió mi hijita de 7 años. Bromatología jamás me atendió. Una vergüenza”, publicó en su Twitter.