Último minuto, el equipo pierde por un gol, de visitante, necesitas rescatar un punto, da lo mismo perder por uno o mas, los diez jugadores de campo en el área rival, todos con una marca designada. Agarrones, cortinas, manotazos pasa de todo mientras el árbitro se asegura de que el tiro de esquina este en condiciones de ejecutarse. De pronto llega la señal. Va el arquero… si si, va el arquero! ¿Quien lo marca? nadie… y la gente se queda con esa sensación de que algo puede pasar.
Esto sucedió con Carlos Bossio, “Chiquito”, que en ese momento solo pensó en empatar el partido. Fue al área a buscar el centro en tiempo de descuento, Estudiantes perdía 1 a 0 con Racing en el Cilindro de Avellaneda y el arquero se jugó la heróica yendo a cabecear. Y metió! Un gol inolvidable que hoy cumple 20 años.
Ese gol de Chiquito Bossio fue un 12 de mayo de 1996. El cordobés contó posteriormente: “Pompei decía “agarrenlo al grandote” pero estaban todos con marca y nadie me agarró a mí. Salté solo y cuando vi que la pelota entraba no lo podía creer”.
Nacho González, arquero de Racing, no llegó a sacar una pelota que se clavó muy arriba y con violencia, para el delirio de los 6 mil hinchas del Pinchas que estaban en el Cilindro.
Se trató del primer gol de cabeza de un arquero en toda la historia del fútbol argentino.