Quince minutos antes de que abra el mercado cambiario, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, anunciará en conferencia de prensa un paquete de seis medidas que apuntarán a reducir el déficit fiscal a un nivel cercano al cero para poder renegociar las condiciones del acuerdo con el FMI. Con este “shock”, la Casa Rosada busca dar “tranquilidad y certeza” a los mercados, días después de una nueva corrida cambiaria que hizo aumentar el dólar 20% en una semana.
Habrá medidas variadas que apuntarán al ahorro fiscal, por un lado, pero principalmente dotar al Estado de una nueva fuente de ingresos: la recomposición de las retenciones a las exportaciones. Los productos que no tributaban pasarán a hacerlo, y estarán incluidos no sólo los agrarios, sino los industriales y los de economías regionales.
También se apelará a achicar el costo social de la crisis cambiaria que amenaza con derivar en una aceleración de la inflación, que afectará al segmento más pobre de la población.
La vuelta de las retenciones
Era una opción que fue resistida durante mucho tiempo por el presidente Mauricio Macri. Si bien el propio jefe de Estado le había asegurado a la dirigencia agraria que no habría marcha atrás con el cronograma de baja de esos tributos, la coyuntura actual, que implica una mayor necesidad de ingresos y un dólar a 38 pesos, obligó al Gobierno a reconsiderar este tipo de medidas, y será entonces el anuncio principal de esta semana.
El objetivo trazado oficialmente es que el nuevo esquema, que se conocerá en detalle en la conferencia de prensa de Dujovne, brinde al fisco de recursos por hasta 7.000 millones de dólares. Con este ingreso extra la meta de reducir la brecha fiscal a un punto cercano al equilibrio aparece como una posibilidad más cercana.
Según trascendió, la aplicación de los gravámenes incluirá productos agrarios, industriales y a la producción de las economías regionales. Será una medida que levantará polémica, ya que los principales dirigentes del sector, incluyendo al presidente de la Sociedad Rural, Daniel Pelegrina, ya se manifestaron en contra.
Eliminación de ministerios
La orden de Macri fue reducir el organigrama de ministerios a la mitad. De esta manera, dependencias que hoy cuentan con rango ministerial como Trabajo, Salud, Modernización, Ciencia y Tecnología, Agroindustria, Energía y Turismo, entre otras pasarán a ser secretarías que dependerán de alguno de los ministerios ya existentes.
Si bien el ahorro fiscal por una medida de esta naturaleza no impactará decisivamente en la necesidad de ajuste extra que tendrá que hacer el Gobierno, con esto se pretende enviar una imagen de austeridad en la organización del Estado en momentos en que buena parte de los rubros del gasto público sufrirán recortes.
Además de la desaparición de ministerios, un cambio organizacional clave que tendrá lugar será el fin del doble pivote que integraban Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, que actuaron como “coordinadores” del equipo económico, ambos bajo órdenes del jefe de Gabinete Marcos Peña.
Contención social
El Gobierno utilizará una de las cláusulas firmadas con el FMI por la cual, dependiendo de las condiciones sociales, tiene permitido expandir el gasto en programas sociales por un monto equivalente al 0,2% del Producto Bruto Interno, es decir unos 40.000 millones de pesos.
Atento a las derivaciones de la última corrida cambiaria, que significarán una aceleración de la inflación y por consiguiente en los niveles de pobreza, la Casa Rosada utilizará este colchón de fondos para reforzar uno de los programas principales de asistencia social, como es la Asignación Universal por Hijo.
Según fuentes presentes en las reuniones en Olivos, una de las opciones que tendría consenso en el Gobierno sería la de otorgar dos sumas extra a los beneficiarios de la AUH de acá hasta fin de año, que podría ser de unos 1.000 pesos por vez. De la misma manera, la Casa Rosada asegurará el envío de bolsones de alimentos para asegurar el abastecimiento en comedores.
Precios Cuidados
Será el retorno del programa de contención de precios que implementó en su momento el gobierno de Cristina Kirchner. A través de un acuerdo con los principales empresarios del sector, el Gobierno apuntará a amortiguar el traslado a precios de la devaluación del peso a las góndolas de los supermercados.
Se estima que por efecto de la suba del dólar la inflación vuelva a acelerarse. Las primeras estimaciones privadas ya calculan que entre agosto y septiembre la suba de precios mensual podría alcanzar el 4%.
Déficit cero
El nuevo objetivo de reducción de déficit fiscal irá en esta dirección. Así como el Gobierno busca que el Fondo Monetario acelere el envío de fondos para eliminar las dudas sobre la capacidad de pago de la deuda y para despejar el horizonte de necesidades financieras durante 2019, la contraparte será un ajuste más rápido.
En grandes números, el recorte que deberá hacer el Gobierno se estima en torno de los 400.000 millones de pesos, de los cuales 100.000 millones corresponden a los ajustes que tendrán que hacer las provincias.
La presidenta del FMI, Christine Lagarde, fue muy clara en su comunicado, publicado horas después de que Macri anunciara un acuerdo para adelantar el fondeo (aunque ese acuerdo no estaba cerrado): “Las autoridades trabajarán para revisar el plan económico del gobierno con el objetivo de fortalecer a la Argentina frente a los recientes cambios en los mercados financieros mundiales, mediante políticas monetarias y fiscales más fuertes”.
Traspaso de subsidios
Otra medida que anunciará Dujovne será la oficialización del traspaso de los subsidio del transporte, que principalmente benefician a los usuarios del Área Metropolitana, a los presupuestos de María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta.
El proyecto de Presupuesto para el año próximo, entonces, eliminará esa partida de gasto de las arcas nacionales y recaerá en las espaldas de la Ciudad y la provincia de Buenos Aires.
El ahorro para el Tesoro Nacional (y nuevo gasto para los dos distritos) se calcula cercano a los 50.000 millones de pesos. Esta medida fue una de las claves para que el Gobierno pueda acercar posiciones con las provincias, que consideraba a este reclamo como fundamental en la discusión con la Casa Rosada.