El domingo pasado, el líder de Corea del Norte , Kim Jong-un , elevó la alertacon la noticia del lanzamiento de unabomba de hidrógeno. El misil provocó un temblor que se sintió en Rusia y en China y que desató la indignación de los mandatarios del mundo, que repudiaron las acciones de Pyongyang.
No fue la primera prueba nuclear de Corea del Norte. El país protagoniza una seguidilla de test que comenzaron en 2006, cuando bajo la guía de Kim Jong-il se produjo la primera detonación. Le siguieron los lanzamientos de mayo de 2009, febrero de 2013, enero de 2016, septiembre de 2016 y septiembre de 2017.
Desde entonces, son varios los actores que tienen un rol primordial en la escalada de tensión con Corea. Ya sea por estar de un lado o del otro. A continuación, un mapa explicativo con los protagonistas.
Kim Jong-un, líder de Corea del Norte
Para el joven líder Kim Jong-un, el desarrollo de bombas nucleares y de misiles es una garantía de supervivencia. Aunque su padre y predecesor, Kim Jong-il, fallecido en 2011, se comprometió al principio a negociar, Kim Jong-un se niega a ello. El aislado país se siente amenazado por Estados Unidos y Corea del Sur. La existencia de un enemigo externo le sirve a Kim para justificar su sistema represivo
Donald Trump, presidente de Estados Unidos
Corea del Norte considera a los estadounidenses los responsables de todo mal y amenaza a Washington con ataques nucleares. Trump finalizó la fase de la “paciencia estratégica” y es el primer presidente estadounidense en amenazar con un ataque militar, algo que hasta ahora no tuvo consecuencias. Mientras tanto, Washington se esfuerza por presionar a Corea del Norte política y económicamente
Moon Jae-in, presidente de Corea del Sur
La democrática Corea del Sur se mueve entre la reconciliación con el Norte y una política estricta respecto de su vecino. Puesto que Seúl se encuentra a sólo 50 kilómetros de la frontera y en el rango de alcance de la artillería norcoreana, una guerra sería devastadora para Corea del Sur. La alianza con Estados Unidos, que cuenta con 28.500 soldados en Corea del Sur, tiene el objetivo de amedrentar a Pyongyang
Xi Jinping, presidente de China
China luchó junto a Corea del Norte frente a Corea del Sur y Estados Unidos en la Guerra de Corea (1950-1953), pero la alianza ya es parte del pasado y la relación con Pyongyang nunca fue tan mala como ahora. China trata de hacer que Corea del Norte y Estados Unidos negocien. Alrededor del 90% del comercio norcoreano se produce a través de China, que participa en las sanciones contra Pyongyang
Shinzo Abe, presidente de Japón
Japón, aliado de EE.UU., cree que Corea del Norte es una gran amenaza. Los misiles norcoreanos han caído varias veces en aguas japonesas o han sobrevolado el país, como pasó la semana pasada con un misil de medio alcance. Japón quiere protegerse con un sistema antimisiles y el primer ministro conservador Shinzo Abe utiliza a Pyongyang como excusa para apartarse de la doctrina militar defensiva del país
Vladimir Putin, presidente de Rusia
Moscú condena el rearme nuclear norcoreano y aplica las sanciones de la ONU. Sin embargo, rechaza cualquier solución violenta del conflicto y exige que Estados Unidos y Corea del Norte negocien. La presencia del ejército estadounidense en Corea del Sur incomoda asimismo a Moscú, pues la instalación de un sistema antimisiles contra Corea del Norte también debilita la posición estratégica rusa