Crucero y Guaraní se enfrentaron en una serie de amistosos, los primeros luego de una dura pre-temporada, que sirven como preparación para la próxima temporada de la B Nacional y Federal A, respectivamente.
La Copa Bicentenario estaba en juego y fue Crucero quien se quedó con el partido en la tarde del domingo en el Andrés Guacurarí. Fue 2 a 0 con goles de Pablo Stupinski a los 16′ del primer tiempo y Mauro Siergiejuk en posición adelantada a los 14′ de la segunda parte, pero ni el juez de línea ni el árbitro advirtieron por lo que el gol fue convalidado provocando el reclamo de toda la gente de Guaraní.
Hubo alguna pierna fuerte, estuvieron imprecisos, por momentos mostraron cosas interesantes en lo futbolístico, que seguramente tendrán que pulir y corregir de cara al inicio de los torneos. Julio Barraza se fue expulsado en Guaraní, en el segundo tiempo por doble amarilla. En los 90′ Crucero fue un poco mas que su rival, siendo mas efectivo a la hora de la definición. La franja mostró algunos buenos momentos triangulando bien la pelota, pero que no fueron suficientes para llegar con claridad al arco defendido por Arce.
Lo lamentable: Hinchas de Guaraní prendiendo fuego en las tribunas con los papelitos que habían arrojado cuando los equipos entraron a la cancha. Los jugadores y las protestas constantes, contagiándose de los reclamos del público y complicando el partido al árbitro Horacio Lutz, que no estuvo a la altura del encuentro. El momento en el que casi se van a las manos Miguel Zahzú, técnico de Guaraní, y Juan Sosa, mánager de Crucero. ¿Cuando vamos a aprender a que un partido de fútbol es solo eso, un partido de fútbol? Parece que falta mucho para eso.
Ojalá se sigan repitiendo estos partidos, porque le hace bien al fútbol misionero. Por momentos fue una verdadera fiesta, por momentos todo lo contrario. Pero la gente pudo disfrutarlo en familia y ver a los máximos exponentes misioneros a nivel nacional, enfrentarse otra vez, después de mucho tiempo.