El día que Cristina Kirchner se presentó en los tribunales federales de Comodoro Py, se anotició de que la Justicia le trabó una inhibición de bienes y denunció al juez Claudio Bonadio y a la diputada Margarita Stolbizer tuvo un broche de oro. La expresidenta visitó el diario Tiempo Argentino para “solidarizarse” con los trabajadores del medio que – denuncian- uno de los empresarios más beneficiados por la pauta oficial durante su gobierno vació.
Como era de esperarse, no todo fue color de rosa. Los trabajadores se tomaron su tiempo para reprocharle a Cristina el vaciamiento que sufrió la empresa que era de Sergio Szpolski y le contaron sobre el brutal ataque que sufrieron el lunes en el edificio.
Tras la supuesta maniobra fraudulenta por la que Szpolski, Matías Garfunkel y Darío Richarte vendieron Tiempo Argentino y Radio América, los periodistas no cobran hace más de medio año y hacen funcionar el medio a través de una cooperativa.
“El vaciamiento fraudulento de empresas es una figura penal, hay que denunciar con nombre y apellido y que actúe la Justicia contra los empresarios”, le dijo el director periodístico del diario, Gustavo Cirelli, a la expresidenta.
Pero hubo más. Según contaron desde Tiempo Argentino en un comunicado, al relato de la difícil situación que enfrentan se le sumó un reproche “de corte ideológico” porque Szpolski fue candidato a intendente de Tigre por el Frente para la Victoria. A lo que Cristina respondió: “Hubo muchos candidatos del FPV. No me hagan hablar de todos porque la lista es larga. Me hago cargo de lo que me toca, como hice siempre cuando fui presidenta hasta el 9 de diciembre”.
La visita duró una hora y la acompañaron varios de sus seguidores más fieles como los diputados nacionales Andrés “Cuervo” Larroque, Eduardo “Wado” De Pedro y el extitular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Oscar Parrilli. En su palabras a los empleados, la expresidenta repudió “la protección de la policía a la patota que sigue libre” y cargó contra la Justicia: “Si hubiera justicia no pasarían estas cosas”.
Además, señaló que el Poder Judicial debería identificar rápidamente a los responsables del ataque y analizar la situación de la planta que está ocupada, en referencia a la primera irrupción de la patota hace 20 días en Villa Soldati, donde está la planta transmisora de la radio.
EL ATAQUE
Los trabajadores del diario denunciaron que este lunes un grupo de 20 personas ingresó a la redacción, sacó por la fuerza a quienes estaban en el lugar y agredió a los trabajadores con matafuegos. Además, habrían roto registros de la cooperativa.
Tras los incidentes, la Justicia imputó a Mariano Martínez Rojas, el supuesto comprador del medio, junto con otros 10 sospechosos por los delitos de usurpación y daños en el edificio de Amenábar 23, en Palermo.
Por su parte, Martínez Rojas negó a Perfil haber provocado los destrozos, dijo que la marca y la empresa son de él y que los que generaron el desmadre “fue una patota de La Cámpora”.