La ex presidente Cristina Kirchner destinó $28 millones para arreglar la casa de huéspedes de Olivos con el objetivo de que su hija Florencia pudiera vivir allí durante su embarazo y el nacimiento de su hija Helena. La obra se hizo a través de una licitación privada adjudicada por Vialidad Nacional entre los años 2014 y 2015.
El ex director del organismo vial, Nelson Periotti, adjudicó la licitación a la unión transitoria de empresas (UTE) Eleprint-ECA por ser “primera en el orden de precios”. Así se desprende de un documento al que accedió el diario Clarín y que fue entregado por el propio titular del ente, Javier Iguacel. En él se detalla el millonario monto destinado para las refacciones del chalet ubicado dentro de la Quinta de Olivos.
La casa refaccionada tiene unos 150 metros cuadrados y fue ocupada por la joven durante el embarazo de la nena que tuvo con el militante kirchnerista Camilo Vaca Narvaja, de quien se separó en diciembre pasado cuando su madre dejó el poder. Florencia hizo pintar el inmueble de rosa con las aberturas en color celeste. Se trata de la misma casa que usó el presidente Mauricio Macri y Juliana Awada hasta marzo mientras se construía el chalet principal.
El valor destinado para la obra es claramente excesivo y es aún más llamativo luego de que esta semana Macri aumentara por decreto hasta 6 millones el monto de obras que el gobierno puede adjudicar sin llamar a una licitación pública. En el caso de la vivienda para Florencia, la cifra cuadruplica la que ahora autorizó el Gobierno.
De acuerdo con otros documentos presupuestarios de 2010 reseñados por el diario, se puede constatar que se asignaron $853.000 para distintas reparaciones en Olivos. De este total, $460.000 fueron destinados para renovar la red de agua y $78.417 para la compra de tejas para los techos de las oficinas de sanidad y el lavadero.
Además, una suma de $69.400 se destinó para reparar la cochera, otra de $50.000 para el quincho y otros $49.110 para refaccionar toldos y ventanas. En cuanto a la compra de almohadones y cortinas “blank out” -las que impiden el paso de la luz- se destinaron $26.000 en el año 2009.