No es nada anormal que una pareja pueda pasar por una crisis de pareja por diversos motivos, la duda está en saber si es una bronca pasajero o la definitiva. Porque en este tipo de crisis la duda siempre está en el aire. Por lo tanto para saber si se trata de una discusión sin importancia o de algo más grave hay que tener en cuenta varios factores para no precipitarse o lanzarse a la ligera. Todo esto viene derivado porque los divorcios en la última década han crecido a pasos agigantados, y dicen las gentes mayores que, hoy en día no aguantamos nada y a la primera de cambio decimos eso de ‘adiós que te vaya bien’.
Por lo tanto vamos hacer caso a las personas mayores y ante una discusión o crisis lo que primero tenemos que hay que hacer es analizar los sentimientos. Realmente si te pones analizar los sentimientos cuando hay problemas es obvio que no será nada bueno. Los reproches y las discusiones nos tienen tan ocupadas que siempre nos olvidamos de lo más importante, lo que sentimos por nuestra pareja. Sin embargo incluso en situaciones críticas es cuando más deberíamos hacer un trabajo de introspección para saber realmente si queda o hay amor, si así fuera, todavía hay esperanza.
Después hay que hacerse una serie de preguntas con mucha calma. No merece la pena seguir discutiendo todo el día y estar a la bronca por cualquier cosa, si así fuera estaríamos hablando de que algo falla a pesar de que haya amor. ¿Tenemos los mismos objetivos? ¿Confío en ella totalmente? ¿La deseo? ¿Me interesa su vida? Con estas preguntas hechas en un momento de reflexión quizás descubramos puntos que nos darán las respuestas.
Si después de realizar todos estos pasos quieres seguir con el compromiso es el momento de llegar a un acuerdo contigo misma. Antes de tomar una decisión tienes que plantearte qué es lo que puedes aportar para mejorar la relación. Evidentemente si se decide seguir adelante con la pareja no es cuestión de volver a la carga en pocos días. Todos los acuerdos tienen que ser en común y si tu pareja está en sintonía contigo y con tus sentimientos es cuestión de acercar posturas y enterrar el hacha de guerra.