El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, dijo este martes que el régimen de Corea del Norte ha mostrado su “desprecio” por sus vecinos y que “todas las opciones están sobre la mesa”, luego de que Pyongyang lanzara un misil balístico que sobrevoló Japón.
“El mundo ha recibido el último mensaje de Corea del Norte fuerte y claro: este régimen ha demostrado su desprecio a sus vecinos, a todos los miembros de las Naciones Unidas y a los mínimos estándares de conducta internacional aceptable“, dice el comunicado publicado por Casa Blanca en su nombre y compartido por San Scavino Jr, director de redes sociales de la presidencia, en Twitter.
El mandatario acusa luego a la dictadura de Kim Jong-un de realizar acciones “amenazantes y desestabilizadoras” que sólo aumentan su aislamiento en la región y el mundo. “Todas las opciones están sobre la mesa”, concluye, en clara referencia a la posibilidad de un acción militar.
En contraste, hace apenas seis días Trump había celebrado que el líder de Corea del Norte había “comenzado a respetar a Estados Unidos”. “Y respeto mucho ese hecho”, agregó.
Mientras que hace dos semanas, cuando pareció que el régimen había abandonado su idea de atacar la isla estadounidense de Guam, el republicano había incluso destacado la “muy sabia y racional decisión” de Kim Jong-un.
Pero tampoco su advertencia sobre las “opciones sobre la mesa” es nueva. A fines de julio la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, había dicho que Trump “no iba a hacer públicas sus decisiones, pero todas las opciones están sobre la mesa” en lo referido a la escalada con Corea del Norte.
Meses antes, en abril, el vicepresidente Mike Pence había utilizado la misma frase para el mismo caso.
Corea del Norte lanzó el martes un misil balístico de medio alcance que sobrevoló el territorio de Japón y disparó las alertas en todo el mundo, luego de un período de inusual calma en la tensa región. Tokyo y Seúl fueron los primeros gobiernos en reaccionar con extrema preocupación a la noticia.
Esta reciente escalada entre Pyongyang y la comunidad internacional, especialmente Estados Unidos, Corea del Sur y Japón, comenzó a principios de año con una serie de pruebas de misiles, incluyendo un nuevo tipo de proyectil intercontinental, y no parece dar tregua mientras crecen las especulaciones por un nuevo ensayo nuclear norcoreano tras el realizada con éxito en septiembre de 2016.