Con el objetivo de producir una hormona que estimule la formación de los huesos, investigadores de la Universidad de California modificaron genéticamente la lechuga para intervenir así en la regulación del metabolismo del calcio y del fósforo.
Tal como explicaron, la idea es poder brindarles esta herramienta a los astronautas, ya que la falta de gravedad reduce la masa ósea. Según algunos estudios, el promedio de pérdida de material óseo es del 1% al mes. Estas semillas podrán ser cultivadas en la Estación Espacial Internacional y con solo 300 gramos los trabajadores ya tendrían la ración diaria necesaria para evitar futuros problemas en el organismo.
“Los astronautas pueden llevar semillas transgénicas, que son muy pequeñas, y cultivarlas como si fueran lechugas normales, así podrían utilizar las plantas para sintetizar productos farmacéuticos como la PTH y luego comérselas”, indicó uno de los expertos, Somen Nandi.