Cambiemos necesita respaldar la determinación de volver a tocar la puerta del Fondo Monetario Internacional (FMI) y pedir un crédito para contener el dólar y evitar nuevas corridas cambiarias. A pesar de que salieron al ruedo los “pesos pesados” del Gobierno, gran parte de los argentinos no están convencidos de que recurrir al organismo internacional sea una buena idea, seguramente por eso de que “el que se quema con leche, ve una vaca y llora”.
Con la intensión de poner paños fríos en la opinión pública y evitar críticas generalizadas también en las provincias, decidieron convocar a los gobernadores a una reunión para hoy en Casa Rosada. Quien estuvo a cargo de la convocatoria fue el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, que amplió el abanico y no sólo llamó a los gobernadores de su fuerza política y a los aliados, sino también a los peronistas.
El cordóbes Juan Schiaretti ; Gustavo Bordet, de Entre Ríos; Juan Manzur, de Tucumán; el gobernador de Chaco, Domingo Peppo, y sus pares de Tierra del Fuego, Rosana Bertone, y San Juan, Sergio Uñac, llegarán a la Casa Rosada. Juan Manuel Urtubey, de Salta y Hugo Passalacqua, de Misiones, también fueron invitados pero adujeron cuestiones de agenda.
Y es que el Gobierno no está para soportar más reveses, luego de que anoche la Cámara de Diputados aprobara el proyecto de “Emergencia Tarifaria”, que retrotrae las tarifas a noviembre de 2017 y subordina los aumentos en las facturas de luz y gas a la evolución de los salarios para los hogares y al índice de precios mayoristas del INDEC para las PyMes. Ahora la medida redactada por la oposición, será girada al Senado para su tratamiento.
El pedido de encuentro es también una maniobra preventiva por parte del oficialismo, que quiere evitar nuevos estallidos mediáticos, como el que realizó el gobernador socialista de Santa Fe, Miguel Lifchitz. “A la gente le eriza la piel escuchar sobre un acuerdo con el Fondo Monetario”, dijo el mandatario provincial, mientras el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne espera a ser atendido por la directora del FMI, Christine Lagarde.
Ese tipo de declaraciones, que refuerzan lo que muchos argentinos piensan en la intimidad, son las que quieren evitar desde el macrismo, que mantiene múltiples frentes abiertos que son de especial interés para la sociedad, y que le estarían costando puntos valiosos en la imagen pública: las tarifas y la toma de aún más deuda, por nombrar sólo dos. En tanto, se espera que en las próximas horas comiencen a confirmar quiénes serán los asistentes a la reunión.