La Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia materna exclusiva como alimento del bebé hasta al menos los seis meses de edad. Sin embargo, en nuestro país nos encontramos con mujeres que abandonan la lactancia debido a múltiples razones como la falta de ayuda a la hora de incorporarse al trabajo o el desconocimiento de las mejores posturas para amamantar, que facilitan dar el pecho sin incomodidades ni dolor para la mamá.
Consejos para dar el pecho
- Para empezar, recuerda que la prisa nunca es amiga de las cosas importantes, por eso hay que tener paciencia. Algunos bebés se enganchan al pecho de forma rápida pero otros necesitan su tiempo. Respira hondo y disfruta del contacto con tu hijo, él se irá acercando, olfateando el pezón y chupando guiado por su instinto.
- Cuanto más succione tu hijo, más se estimulará la producción de leche.
- Las primeras tomas son un poco anárquicas, pero después los bebés suelen soltar el pecho cuando están satisfechos. Además a partir del mes y medio o dos meses, cuando se sienten saciados nos lo agradecen con una sonrisa.
- Conviene ofrecer el pecho al bebé cuando se despierte o emita sonidos sin llegar a esperar a que llore.
Postura para amamantar
1. Para estimular la succión en el bebé, sitúa su nariz a la altura del pezón. El bebé abrirá la boca y, si hace falta, dirige el pezón hacia su boquita para que abarque también la areola.
2. Cuando esté mamando, mantén el pecho alejado de la nariz del bebé, empujando el pezón a la derecha o a la izquierda con un dedo para que pueda respirar por la nariz sin problemas.
3. Un niño está bien colocado si no se ve el pezón, ni la areola (la lengua queda debajo). La boca ha de quedar muy abierta y el pecho muy metido. Así puede exprimirlo sin dificultad.
4. La primera vez que se da de mamar es mejor hacerlo tendida de costado en la cama; esta es la manera favorita también de muchas mamás para las tomas de la noche. La madre y el bebé se ponen en paralelo. Si tu hijo es muy pequeño, ponle una toalla enrollada en la espalda para impedir que ruede hacia atrás.
5. La postura de “balón de rugby” (el bebé tumbado boca arriba y bajo el brazo de la madre, con los pies hacia fuera) es buena para vaciar todos los conductos del pecho. Esta posición ayuda a evitar la retención de leche, responsable de la mastitis y es útil también en caso de cesárea, porque el niño no toca la tripa de la madre.
6. Para que la toma sea eficaz, debéis estar cómodos. Por eso es mejor que cuando estés sentada, apoyes bien la espalda. Coloca al niño en tu regazo, vuelto hacia ti, y acércale al pecho empujándole por la espalda con suavidad, nunca por la nuca.
7. Tras una cesárea conviene que protejas el abdomen con una almohada, así evitarás que se apoye en la herida ni que la golpee con sus piececitos mientras está tomando el pecho.