Si tu hijo tiene dolor de oído, llanto, fiebre y, en algunos casos, secreción por el oído, es probable que tenga otitis. La otitis, que es la infección del oído, es una de las enfermedades auditivas más sobre diagnosticadas y suele cobrar protagonismo en las guardias de pediatría durante el invierno.
Para evitar la otitis, lo más importante es tomar conocimiento y control sobre los denominados factores de riesgo en los chicos, como los cuadros catarrales recurrentes de la vía aérea superior, el uso prolongado del chupete, las actividades acuáticas en natatorios cerrados, la concurrencia temprana al jardín y el hecho de que los chicos tomen la mamadera acostados o que compartan ambientes con fumadores.
“En muchos casos, la modificación de estas conductas es suficiente para disminuir los episodios recurrentes de otitis media”, comenta Ezequiel Laborde, médico otorrinolaringólogo del Hospital Británico y asesor médico de GAES Centros Auditivos.
Por otro lado, es fundamental, antes de que llegue el invierno, realizar un control otorrinolaringológico para evaluar la salud auditiva de los chicos, algo que no todos los padres realizan. Según datos del último estudio sobre audición que realizó GAES Centros Auditivos, el 26,8% reconoce que sus hijos nunca visitaron al otorrinolaringólogo.
A su vez, estas consultas médicas también pueden contribuir a desterrar algunos mitos como la creencia de que el efecto del viento sobre la oreja pueda producir otitis media aguda. “Esto no es cierto, ya que el origen de la misma responde, en la mayoría de los casos, a una complicación de una infección viral del tracto respiratorio superior. Por eso es importante que los papás desestimen los tratamientos caseros y consulten al pediatra para evitar que la enfermedad se complique”, puntualiza Laborde.
Otro consejo del especialista para prevenir la otitis es, en caso de congestión nasal frecuente, hacer una consulta con el pediatra y el otorrinolaringólogo, ya que los cuadros de congestión y rinitis favorecen la aparición de otitis.
Asimismo, se recomienda evitar los cambios bruscos de temperatura y garantizar que los chicos se alimenten bien para reforzar sus defensas. “Hay que tener en cuenta que la lactancia materna es uno de los mejores aliados para prevenir la enfermedad”, agrega el profesional.
Otra medida importante es mantener las manos limpias y utilizar alcohol en gel para evitar infecciones respiratorias altas.
En caso de que el chico presente algún síntoma debe consultarse a un especialista que le realizará una otoscopía y diagnosticará si tiene o no la enfermedad. “En el caso de que tenga otitis, el chico debe comenzar un tratamiento con antibióticos y realizar un seguimiento con el otorrinolaringólogo hasta recibir el alta”, explica Laborde.