Consejos para evitar la caída del cabello

Nutrición, descanso y consultas con expertos forman parte de las recomendaciones. Cambios de hábitos que favorecen a una melena sana.

La caída del cabello no es sólo una cuestión estética. Si bien este fenómeno influye en la imagen de quien lo padece, también afecta notablemente la autoestima de la persona. Para evitarlo y combatirlo, hay hábitos y tratamientos que pueden ser útiles.

Beber al menos dos litros de agua diarios: la hidratación es fundamental para un cabello sano. Esta cantidad de agua, vale aclarar, se contabiliza aparte de las infusiones que cada persona ingiera. Si bien es una advertencia que hacen los expertos capilares, especialistas de la salud aseguran que no hay evidencia en la literatura médica al respecto.

Mantener una dieta equilibrada: comer sano es determinante. Adquirir nutrientes y vitaminas es el primer paso para enfrentarse a la caída del pelo. Entre los elementos imprescindibles, expertos mencionan el hierro y las vitaminas A, B, C, D y E.

Solucionar posibles problemas de caspa: patologías preexistentes pueden incidir en la pérdida de cabello. Por ello, resolver temas como esta formación de costras en el cuero cabelludo es indispensable.

Evitar exceso de azúcares y de sal: varios estudios aseguran que el azúcar en grandes cantidades altera los niveles hormonales y dificulta la llegada de la vitamina B, importante para el pelo. La sal, por su parte, reseca el cuero cabelludo. Médicos aseguran que estados de hiperglucemia se asocian a déficit de oligoelementos indispensables para el pelo como selenio, zinc, etc.

No fumar: el tabaco provoca debilidad capilar. El stress oxidativo asociado al tabaquismo se relaciona con la alteración en la calidad cosmética de la fibra capilar, advierten especialistas.

Evitar las situaciones de estrés: la ansiedad, las preocupaciones y la tensión también pueden provocar este padecimiento, mediante mecanismos llamados efluvios.

Dormir al menos 6 horas: aunque no está confirmado por evidencia médica, se cree que el cansancio provoca tensión en el cuero cabelludo. Esto deriva en el estrangulamiento de la raíz y la posterior caída del pelo.

No caer en los remedios caseros: el boca a boca propone gran cantidad de brebajes y consejos para enfrentarse a la pérdida del cabello. Sin embargo, su evidencia científica puede ser nula y, consecuentemente, también dañina para la salud.

Acudir a expertos ante los primeros síntomas: especialistas capilares y dermatólogos son las personas correctas para diagnosticar y tratar este mal. La consulta precoz es fundamental para un tratamiento a tiempo. Una vez hecha la consulta, el paciente puede optar por los diferentes productos y métodos con que hará frente al hecho.

Ser constante en los tratamientos: ningún padecimiento desaparece de un día para el otro. Tomar la cuestión con seriedad y perseverancia elevará el porcentaje de éxito en el proceso.