Cualquier persona, incluso, aquella que en apariencia lo tiene todo, puede convertirse en su mayor enemiga a base de adoptar una posición de insatisfacción crónica. En cambio, lo verdaderamente inteligente, es aprender a vivir con ilusión.
Aquí tienes algunos consejos prácticos sobre higiene mental:
1. La vida es una aventura y todo un privilegio. Por tanto, practica el agradecimiento cada día. Aprovecha el momento, da valor a los pequeños gestos, ten el corazón abierto a los demás, intenta tener ilusión en la rutina diaria.
2. Aprende a amar más y mejor a aquellos que te rodean. Pero especialmente, aprende a quererte más y mejor a ti mismo todos los días de tu vida. Empieza el día con una idea positiva. Piensa, por ejemplo, en todos aquellos proyectos que tendrás la oportunidad de hacer y de disfrutar.
3. Dile adiós al miedo. No hay motivos para tener miedo, simplemente, para vivir con prudencia en ciertos sentidos. Por ejemplo, protégete de los desconocidos y no confíes en cualquier ser humano.
4. Olvida lo malo del ayer. De nada te sirve ir acumulando en una mochila, experiencias dramáticas, sufrimiento, tristeza y dolor. Vacía esa mochila y llénala con alegría, esperanza, motivación, felicidad…
5. Rodéate de las personas adecuadas. Existen personas que tropiezan una y mil veces en la misma piedra por no rodearse de personas que de verdad merecen la pena.
6. Toma la felicidad como un proceso y no como una meta.
7. Cada minuto de tu vida puede ser una oportunidad para estar mejor contigo mismo y tener motivación ante los proyectos. No te conformes con decir “soy así” porque cualquier ser humano puede cambiar y evolucionar si de verdad se lo propone y lo desea.
8. Rodéate de gente optimista y corta las alas a las personas que son negativas porque te pueden robar toda tu energía. Es decir, marca unos límites. Para ayudar a alguien no tienes que ser su salvador.