Al menos dos barriles explosivos alcanzaron este sábado el hospital más grande de los barrios de Alepo controlados por los rebeldes, informó la Syrian American Medical Society (SAMS).
El centro ya fue bombardeado el miércoles junto con otro hospital, el segundo más grande del área. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, calificó las acciones como “crímenes de guerra”.
“Dos barriles explosivos alcanzaron el hospital M10 y se habla del uso de una bomba de racimo”, según Adham Sahloul, de la SAMS, la ONG con sede en Estados Unidos.
Ambos hospitales quedaron fuera de servicio por los bombardeos del miércoles, dejando sólo seis hospitales operativos en la parte este de la ciudad, según la SAMS.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó que Siria es el país más peligroso del mundo para el personal de salud, con 135 ataques contra centros médicos en 2015.
Por su parte, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una organización con sede en Reino Unido y que cuenta con una amplia red de informadores en Siria, dijo que los bombardeos también alcanzaron un hospital de campaña en el barrio de Sajur el sábado.
“Una persona fue abatida y el hospital de campaña está fuera de servicio”, dijo el director del OSDH, Rami Abdel Rahman, quien no pudo precisar si la víctima era un paciente o un trabajador del hospital.
El reciente bombardeo de Alepo fue uno de los más intensos ocurridos en cinco años de guerra en Siria y dejó más de 220 muertos.