Ricardo Jaime seguirá preso por la causa de la compra de trenes chatarra a España y Portugal, en la que está procesado. La sala de feria de la Cámara Federal de Casación Penal rechazó un recurso que presentó la defensa del exsecretario de Transporte K que cuestionaba la prisión preventiva.
Jaime quedó detenido en Córdoba luego de entregarse a la Policía, tras la orden de arresto que había librado el juez federal Julián Ercolini. El magistrado luego lo procesó por administración fraudulenta agravada y cohecho y lo embargó en 100 millones de pesos, por la compra de trenes obsoletos a España y Portugal.
El exfuncionario K le negaron la libertad tras evaluar que, en caso de ser condenado, la ejecución de la pena será de cumplimiento efectivo. “Las circunstancias de corrupción ventiladas en la presente causa permiten presumir relaciones residuales que posibiliten eludir la acción de la justicia”, advirtió el tribunal.
Los camaristas de Casación Juan Gemignani y Eduardo Riggi coincidieron con Ercolini sobre las tres condenas que ya pesan sobre Jaime: por destrucción de pruebas, por dádivas y por la tragedia de Once: unificadas, las penas suman seis años de cárcel.
Al declarar “inadmisible” el planteo de nulidad, la sala de feria recordó también que la Cámara Federal de Casación Penal había rechazado un pedido de excarcelación del exsecretario de Transporte K.
En noviembre de 2012 un informe de Periodismo Para Todos mostró cómo son las millonarias formaciones que el Estado argentino compró a España y Portugal, gestión que encabezó el exsecretario de Transporte.
Se pagaron 220 millones de euros por el material rodante, que en su mayoría es “inutilizable”, según denunció en aquel entonces la Auditoría General de la Nación. Se compraron 160 unidades, es decir que cada vagón costó casi 1 millón de euros.
