En un extenso pronunciamiento con voto dividido, la Sala I del tribunal corroboró parcialmente el fallo del juez federal Julián Ercolini, quien el pasado 2 de abril ordenó detener a Jaime y a su asesor Manuel Vázquez, a quienes luego procesó.
El fallo de mayoría compuesto por los camaristas Jorge Ballestero y Eduardo Farah cambió la calificación inicial por cinco presuntos delitos y los circunscribió a sólo dos, los de administración fraudulenta y cohecho, eliminando los de peculado, negociaciones incompatibles y tráfico de influencias que les había aplicado Ercolini.
En su voto en disidencia, el camarista Eduardo Freiller se pronunció además por excarcelar a Jaime mientras avanza el proceso aduciendo que el tener un fallo condenatorio previo no constituía obstáculo válido, y consideró que el delito de cohecho (cobrar coimas) no estaba configurado en ninguno de los casos.
El fallo de la Sala I de la Cámara Federal confirmó en cambio por unanimidad el procesamiento del intermediario Julián Soba Rojo, y de Ricardo Domingo Testuri, de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte.
También dictó la falta de mérito de Schiavi, quien había sido procesado como “partícipe necesario”, ya que si bien ejerció el cargo entre 2009 y 2012, las compras durante su gestión se limitó a “la efectivización de un crédito existente a favor del Estado nacional y a la rescisión del último de los contratos aún subsistente”.
El fallo confirmo además los embargo dispuesto por Ercolini, de 100 millones de pesos para Jaime y Vázquez, y de 20 millones para los empresarios Soba Rojo y Testuri.
Jaime está alojado en la cárcel de Ezeiza, mientras que Vázquez se encuentra con prisión domiciliaria a raíz de sus problemas de salud.
“El material adquirido, además de haber resultado de nula utilidad para la renovación del sistema ferroviario declarado en emergencia, resultó por demás oneroso -a la luz de las elevadas sumas dinero abonadas”, sostuvo Ballestero en su fallo, respaldado por Farah.
Los delitos se materializaron en la compras de material rodante ”caro y viejo” a las empresas ferroviarias Sociedad Mercantil Estatal Española Expansión Exterior S.A. (EE), Red Nacional de Ferrocarriles de España (RENFE) y Ferrocarriles Vía Estrecha (FEVE), y portuguesas -Caminhos de Ferro Portugueses (CFP) entre 2002 y 2012, por un valor de algo más de 100 millones de euros.
Según adujo Jaime en su descargo, las características del material se encuadraban en lo dispuesto por el Poder Ejecutivo en tanto mejoraba en treinta años su antigüedad y debía ser reparado en talleres locales para ocupar mano de obra nacional.