Después de escanear los cerebros de 297 individuos con entre 14 y 24 años de edad, un grupo de neurocientíficos de Cambridge (Reino Unido) ha diseñado una especie de “instrucciones” para construir una mente adolescente. Los resultados de su investigación han sido publicados en la revista Proceedings of the National of Academy of Sciences.
Gracias a las técnicas de resonancia magnética (MRI), los expertos han observado que las áreas especializadas en tareas y sentidos básicos como los movimientos, la vista y el oído están totalmente terminadas cuando finaliza la niñez, pero que es precisamente a partir de ese momento cuando otras zonas sofisticadas de la masa gris humana empiezan a experimentar sus cambios más importantes.
Vinculadas al razonamiento complejo y la toma de decisiones, los autores comparan esas regiones a grandes nudos de comunicaciones o aeropuertos internacionales con mucho tráfico de aviones y pasajeros. El estudio señala que durante la adolescencia se condensan o “encogen” y se protegen con una sustancia llamada mielina, fundamental para que funcionen correctamente las conexiones entre las neuronas.
Entonces, indican los investigadores de Cambridge, se activan una serie de genes similares a los que desencadenan la esquizofrenia, lo cual explicaría que los primeros episodios de este trastorno psiquiátrico se manifiesten cuando abandonamos la infancia. El complejo proceso de cableado cerebral estaría también implicado en los súbitos cambios de humor de los adolescentes, quienes están viviendo una delicada fase de maduración cerebral susceptible de alterarse por factores externos como las experiencias traumáticas, el estrés o el maltrato.