Un tribunal chino condenó a 15 años de prisión a la modelo y futbolista colombiana Juliana López por tráfico de drogas, publicó el Nanfang Daily, el diario oficial del Partido Comunista de China (PCCh) en la provincia sureña de Cantón.
La joven colombiana fue detenida el 18 de julio de 2015 en Cantón, capital de la provincia homónima, y el lunes fue condenada a cárcel por el Tribunal Intermedio Popular de la ciudad china.
El consulado colombiano en esa ciudad se negó a confirmar ni desmentir la información a Efe y remitió cualquier pregunta sobre el caso a la cancillería en Colombia.
Según la justicia china, López transportaba 610 gramos de cocaína escondida en un portátil cuando llegó al aeropuerto internacional de Baiyun en Cantón, apunta el medio.
En la sentencia, la corte remarca que López podría haberse enfrentado a la pena capital o a la cadena perpetua pero los jueces decidieron imponerle una condena más leve gracias a su buena actitud y a su arrepentimiento.
El periódico chino explica que López admitió el delito, si bien argumentó que había transportado la droga a petición de un amigo, al que frente a la corte identificó como Sergio.
La joven narró, según la información a la que tuvo acceso el Nanfang Daily, que quería participar en Miss Mundo en 2015 y que no tenía suficiente dinero para costearse los viajes que debía realizar para participar en esta competición ni tampoco amigos o familiares que pudieran ayudarle.
El hombre identificado como Sergio le prometió que le iba a dar 2.500 dólares si accedía a transportar drogas a China, y ella accedió, señala el periódico.
Los abogados de la colombiana, Wang Silu y Chen Qi, explicaron durante el juicio que el hombre identificado como Sergio amenazó con matar a la familia de López si ella no hacía lo que le pedía y presentaron mensajes de móvil que éste mandó a la joven como evidencia.
Los letrados también pidieron a la corte que tuviera en consideración que la cantidad que iba a recibir López era sólo una pequeña parte de lo que costaba la droga, un indicativo, según la defensa, del “pequeño rol” que jugaba la colombiana en el contrabando.