Cuando la mujer se enteró lo que le estaba pasando a su sobrina pidió ayuda al 911 y así se abrió la investigación. Claudio Rosemblat, de 37 años, usó un virus “troyano” para controlar la computadora de la adolescente y sacarle fotos íntimas, que después subió a internet y utilizó para extorsionarla. Lo condenaron a tres años de prisión en suspenso.
Fue el 14 de julio de 2012. La amenazó primero con mandarle sus fotos a sus amigos. Eran imágenes de ella y de su prima que la víctima nunca le había mandado a nadie. Después, Rosemblat le exigió que se encontraran, solos, a cambio de “no divulgar información y fotografías” que había encontrado en su computadora.
Cuando le tocó sentarse en el banquillo, el hombre ni siquiera lo negó. Reconoció su culpabilidad durante un juicio abreviado. Para los jueces, cometió los delitos de “acceso indebido a sistemas informáticos de acceso restringido, tenencia y comercialización de representaciones sexuales de menores de 18 años de edad y amenazas coactivas”.
El castigo fue de tres años de prisión en suspenso y además, la prohibición de acercamiento a la víctima durante el tiempo que dure la condena.