El Tribunal Oral número 1 de Morón condenó este lunes a Gustavo Albornoz por golpear y prender fuego a quien era su pareja, Karina Abregú, que terminó con el 55 por ciento de su cuerpo quemado.
Karina se consagró como uno de los símbolos de la multitudinaria marcha #NiUnaMenos contra los femicidios y la violencia de género. Su cuerpo lleva las marcas del horror que tuvo que vivir el 1 de enero del 2014 cuando su ex marido, Gustavo Javier Albornoz intentó matarla.
Abregú contó su verdad ante el Tribunal Oral Criminal Nro 1 de Morón. El hombre estaba imputado por “intento de homicidio” pero, tanto los fiscales como el abogado de la víctima lograron modificar la calificación de la causa y el acusado afronta ahora el cargo de “intento de femicidio, agravado por el vínculo”.
En los Tribunales se concentraron gran cantidad de organizaciones sociales que acompañaron a Karina en su declaración.
Tras el estremecedor relato de la víctima, también brindaron su testimonio Carolina Abregú, hermana de Karina, entre otros familiares y vecinos, quienes dieron cuenta de los episodios de violencia doméstica, anteriores a aquel 1 de enero de 2014, cuando Albornoz la agredió a trompadas, para luego rociarla con alcohol y prenderla fuego, en el interior de la casa en que vivían, en Merlo. La mujer salvó su vida de manera milagrosa cuando por instinto saltó a la pileta que tenían.
Si bien el imputado llegó al debate en libertad y beneficiado por distintas medidas judiciales, la presentación del abogado querellante Alejandro Bois y los fiscales Adrián Ferreyra y Hernán Alarcón para cambiar la carátula de la causa fue aceptada por el Tribunal Oral Criminal Nro. 1 de Morón y en consecuencia, Albornoz quedó imputado por “intento de femicidio agravado” y no por “intento de femicidio”, lo que complica su situación, en relación a la pena en expectativa, de ser condenado.
Karina Abregú estuvo al borde de la muerte, con varios paros cardíacos y decenas de operaciones, por las secuelas de sus quemaduras en el 55 por ciento de su cuerpo