Un escote con pechos caídos es una de las imágenes que las mujeres buscamos evitar. Pero la naturaleza tiene sus reglas y la ley de gravedad puede ser despiadada. Además, los embarazos y la lactancia acentúan este estado.
Para contrarrestar los efectos no todas pueden o quieren pasar por el quirófano. La solución entonces son los cuidados estéticos y hábitos simples que (sin hacer milagros) ayudarán a mantenerlas en su lugar.
Estos son los cinco puntos que destacan los esteticistas.
1. Realizar ejercicios a diario para reforzar la zona de los músculos pectorales. Para ello, no hace falta ir al gimnasio. En casa, con unas mancuernas u otro elemento que la sustituya cada una puede armar una rutina. Uno de los ejercicios posibles: en el suelo, boca arriba y con una pesa en cada mano, estirar los brazos hacia fuera y levantarlas hasta el pecho.
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2. Llevar siempre un corpiño con buen sostén, incluso para dormir.
3. Tratar de mantener una buena postura, con la espalda y los hombros rectos y la silla cerca de la mesa.
4. Realizar una ducha de belleza con agua fría. Ayudará a reactivar la circulación. También pueden implementarse masajes circulares, para beneficiar la elasticidad.
5. Para la lactancia, buscar una posición con la espalda apoyada en el asiento y al bebé con la cabeza sobre un almohadón.