A pocas horas de regresar de su viaje oficial a Perú, donde participó de la asunción del presidente Pedro Kuczynski, Mauricio Macri encarará un encuentro clave esta noche con Tamim bin Hamad Al Thani, el emir de Qatar.
Al Thani llegó ayer a Argentina y fue recibido en el Aeropuerto de Ezeiza por la canciller Susana Malcorra. La reunión con el presidente, a realizarse en la Quinta de Olivos, tiene una meta económica puntual: aceitar y aumentar los intercambios comerciales entre nuestro país y Qatar, tercera reserva gasífera del mundo.
BAJAR LA CABEZA
Y para ganarse los favores del emir, Macri deberá seguir una serie de rígidas reglas protocolares. Para saludarlo, es obligatorio juntar las manos y bajar la cabeza, y cualquier demostración de afecto está vedada.El primer mandatario argentino no podrá pararse firme ni de manera rígida frente a Al Thani, ya que es una postura reservada a los miembros de la milicia qatarí.
No debe haber sonrisas delante del emir y el presidente, que no puedemirarlo a los ojos, deberá dirigirse hacia él como “su excelencia”. Nadie puede sentarse hasta que Al Thani lo autorice y debe permitírsele la última palabra en todas las conversaciones.
LA PRIMERA DAMA NO SE SALVA
Juliana Awada no estará exenta del protocolo. Si bien no está obligada a usar hijab, sí debe vestir prendas que cubran sus rodillas, hombros y brazos. No puede rechazar nada que Al Thani le ofrezca y tiene prohibido tocarse el cabello: en la cultura musulmana puede interpretarse como un signo de coqueteo.
Así, por lo visto, la primera dama deberá evitar utilizar modelos como el que lució anoche en la cena de gala que ofreció el presidente peruano saliente, Ollanta Humala.
Allí, Awada eligió un vestido hasta las rodillas y sin mangas, compuesto por una base color piel sobre la cual se extendía un tejido con brillos.