De origen francés, la palabra “celulitis” se refiere a los depósitos de grasa que se ubican debajo de la piel y que le dan a ésta un aspecto de “cáscara de naranja” principalmente en la zona de los glúteos, los muslos y el antebrazo.
Y la pregunta surge, inevitable: ¿qué la produce? La respuesta es simple: la acumulación de grasas y líquido en los tejidos. A lo largo del tiempo, el intercambio reducido de fluidos entre los tejidos lleva a una acumulación interna de depósitos de grasa y los adipositos se multiplican adquiriendo un mayor tamaño. Entre otros factores importantes, esto provoca la conocida “piel de naranja”. Los tejidos pierden su elasticidad y tonicidad, perjudicando el aspecto de la piel que se ve menos firme.
Su aparición está vinculada a la reducción en el intercambio intercelular y la retención de líquidos. Cuando las células de la piel pierden vitalidad, la piel pierde su forma, pierde humectación y se torna menos firme.
“La celulitis es el resultado del agrandamiento de los nódulos hipodérmicos femeninos que dan a la piel la apariencia de ‘pocitos’. El aspecto visible surge de la oposición de dos fuerzas, el tejido conectivo vertical que tira la piel hacia abajo y la retención de líquido y las células de grasa agrandadas que empujan contra la piel hacia arriba”, explica la doctora Graciela Cuomo, asesora de RoC, de Johnson&Johnson.
Dieta y gym… ¿Es suficiente?
La “piel de naranja” es un problema complejo. Si bien una dieta baja en sodio, grasa saturada y azúcar, así como el consumo de dos litros de agua por día y la realización de ejercicio mejoran el estado general del cuerpo y afectan la adiposidad más profunda, la celulitis es un problema dermatológico que se produce en las capas y tejidos de la piel.
“Para obtener resultados visibles y duraderos, se recomienda la aplicación de cremas que mejoran la apariencia de la piel con celulitis así como masajes, drenaje linfático y endermologie ayudando a estimular la microcirculación e hidratar la piel”, detalla la profesional.
Para hacer en casa
Cada mañana, cuando te duchás, lo ideal es realizar un masaje en las zonas afectadas con una esponja exfoliante haciendo movimientos circulares y suaves que no irriten la piel. Además, dos veces por semana podés efectuar una exfoliación de las piernas, lo que permitirá una mejor penetración de las cremas y mejorará la apariencia de la piel.
Según los expertos, los ejercicios más beneficiosos son caminar y nadar. Entonces, ¿por qué no tratar de darte un tiempito y realizar una caminata diaria de 30 a 60 minutos? Definitivamente esto te va a ayudar a quemar grasas, estimulará la circulación y tonificará los muslos, pantorrillas y glúteos. Los ejercicios localizados para la cola, los abdominales y las piernas también van a colaborar en la tonicidad del cuerpo combatiendo la flacidez y marcando los músculos, si bien de por sí no actúan sobre la celulitis.
En cuanto a lo que comemos, también es fundamental. Lo ideal es tomar abundante agua e incrementar el consumo de verduras crudas y frutas. Si es posible, cuanto menos sal o azúcar consumas, mejor. Al momento de planear un menú, tratá de evitar las grasas saturadas y los embutidos y, de ser posible, decile “no” al café, al alcohol y a las gaseosas.
En el consultorio
Radiofrecuencia. Es un procedimiento muy utilizado para la celulitis leve. Consiste en activar las fibras de colágeno y elastina modificando la textura. De este modo, cambia la calidad de la piel y reafirma y modela las piernas, eliminando la acumulación de adiposidad. Se realiza con un cabezal que transfiere energía y calor a las capas más profundas de la piel, pero sin dañar la capa superficial.
Plataforma TriActive+. Con su acción combinada y complementaria emplea Láser, Ultrasonido y Radiofrecuencia. Se obtiene un aumento de la microcirculación profunda, se estimula la producción de colágeno y elastina, a la vez que moviliza los depósitos grasos, reduce edemas y produce un buen drenaje linfático. Tonifica, reduce y modela el cuerpo obteniendo excelentes resultados para combatir la celulitis. La cantidad de sesiones depende de cada paciente, en general es entre 10 y 15, 2 o 3 veces por semana.
Vela Shape. Este tratamiento permite aumentar la temperatura a nivel de la dermis profunda favoreciendo la contracción y regeneración de las fibras colágenas, disminuyendo la celulitis y revirtiendo la flaccidez cutánea. Se realiza por sesiones y es totalmente indoloro. Los efectos se ven en forma inmediata y se potencian en los días subsiguientes. Se utiliza para combatir la celulitis, LAS estrías y la flaccidez.
Carboxiterapia. Brinda resultados óptimos y las pacientes que la probaron advierten las diferencias porque la celulitis es cada vez menos perceptible. Consiste en inyectar el gas del dióxido de carbono en la piel, generando cambios en la textura.
Plasma Rico en Plaquetas. Es un procedimiento completamente natural, no tóxico ni alergénico dado que se utiliza la propia sangre del paciente, resultando en un tratamiento sin efectos secundarios. El PRP se obtiene por centrifugación diferencial de sangre autóloga, es decir, extraída del mismo paciente, al ser utilizado mediante mesoterapia (microinyecciones). Estimula la producción de colágeno, elastina y tejido epidérmico, lo que se traduce en una piel joven, tersa y de mejor calidad.
En casa -con cremas, dieta o gym- o en el centro de estética, las opciones son muchas. Por eso, este verano no vas a tener excusas ¡para sacarte el pareo!