Cómo dar el pecho después de una cesárea

Con una cesárea también puedes amamantar a tu bebé a demanda desde el principio. ¿Quieres saber cómo?

Los problemas en el inicio de la lactancia se deben a los protocolos de los hospitales que separan a la madre y al bebé, no al tipo de parto.

El inicio de la lactancia resulta mucho más sencillo cuando se pone al recién nacido al pecho en el mismo paritorio. Los bebés nacen despiertos y dispuestos a mamar. Pero aproximadamente a las dos horas de vida, entran en un período de letargo que puede durar hasta 16 horas. Y si no han mamado en esas dos primeras horas de vida, luego les cuesta mucho hacerlo cuando están adormilados.

Inmaculada Marcos, comadrona y monitora de Alba Lactancia Materna e IBCLC asegura que “con la cesárea también es posible realizar el método canguro en el mismo quirófano. Solo se necesita que un profesional ayude a la madre a colocar al bebé. Aunque lo mejor sería que permitieran al papá estar presente para encargarse del recién nacido y ayudar a la madre”.

El problema es que en muchas maternidades aún existen protocolos que separan a la madre y al bebé tras un parto quirúrgico. Y lógicamente, esto puede provocar que los comienzos de la lactancia sean un poquito más difíciles.
¿Y si te separan de tu hijo al nacer?
Ponle al pecho en cuanto sea posible y no te separes de él. Pégalo a tu piel, desnudito, para que el niño pueda reconciliarse con su modo de nacer y recuperar el tiempo perdido.
Para evitar que se produzca esta situación, puedes solicitar en tu plan de parto que en caso de cesárea no te separen del bebé y que le dejen piel con piel contigo lo antes posible.

Todas las posturas son buenas

Luisa Fernanda Santos, presidenta y consultora de lactancia de Lactaranda explica que “Las posturas para mamar dependen mucho de la comodidad de la madre, de cómo se encuentre”.

La primera toma probablemente será tumbada o con la madre recostada, pues debido a la anestesia aún no podrá incorporarse del todo. El bebé puede estar encima de la madre, atravesado en paralelo a la herida, o bien en la cama y la madre de lado. “Una vez que la madre se puede sentar –añade- se pueden ir probando más posturas. No hay una más recomendable que otra; depende de la mujer”.

En algunos casos puede venir bien un cojín de lactancia, pero no es imprescindible. Lo importante es que el enganche de la boca del bebé con el pecho sea correcto, que la boca quede muy abierta y la cara bien pegada al pecho. Da un poco igual cómo esté el resto del cuerpo.