“La edad para fortalecer el cerebro comienza desde que nacemos. La estimulación temprana y la buena alimentación en los primeros dos años es clave. Pero nunca es tarde, se puede comenzar a estimularlo a cualquier edad porque el cerebro tiene esta capacidad de entender que lo necesito y crear nuevas redes neuronales para suplir las que se están decayendo”. Así lo aseguró Verónica Somale, jefa del departamento de neurología cognitiva de INEBA. En diálogo con La Nación, la especialista dio una serie de consejos para fortalecer la memoria y cuidar el cerebro .
Salir de la zona de confort
Si uno lee un libro al mes, debería leer dos o uno más complejo. Se debe crear un cerebro que tenga neuronas sanas y altamente relacionadas entre sí. Esto se logra a través de sinapsis.
Rejuvenecer el cerebro
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A diferencia de los músculos, donde se puede ver cómo crecen por el entrenamiento en un gimnasio, en el caso del cerebro es más difícil de observar ese desarrollo.
El cerebro crece o se enriquece cuando se lo enfrenta a situaciones que lo desafían. Esto hace que se active, desarrolle y cree redes neuronales.
“Uno siempre debería pensar qué le estoy pidiendo al cerebro para sacarlo de su zona de confort”, explicó Somale.
El factor lúdico
¿Sirve hacer palabras cruzadas o sudoku? “Son importantes y entretenidos, pero ayudan si se busca el desafío. Que no sean repetitivas y que cada vez sean más complejos”, sostuvo la especialista.
Además, hay determinados juegos como el ajedrez o el go que son de mucha estrategia, abstracción y de flexibilidad cognitiva. En ese caso, permiten activar diferentes áreas del cerebro.
Juegos en red
Hoy los adultos mayores también tienen acceso a la tecnología con computadoras y tablet que cuentan con programas para entrenar la memoria.
“Son importantes y buenos para ellos. Además, están diseñados para que el nivel de dificultad vaya progresando y eso hace que el cerebro constantemente se estimule y desafíe”, señaló Somale.
Actividades fuera de lo rutinario
“Se debe tratar de desarrollar la parte del cerebro que menos hemos usado en nuestra vida. Por ejemplo, si se es un profesional que trabaja con personas y datos, se tienen menos desarrollada la parte más creativa del cerebro”, detalló la experta.
En ese caso, hay que ser consciente de que existe una parte del cerebro que no se ha estimulado y se deben buscar actividades manuales, creativas y artísticas que se postergaron en otra etapa de la vida y que sirven para mantener activo el cerebro.
La actividad tiene que gustar, ser repetitiva y placentera. Si una actividad no se mantiene en el tiempo y no produce placer terminará siendo frustrante y negativa.
Aprender idiomas
La estimulación a través de conocer nuevos lenguajes es muy importante porque para aprenderlos entran en juego otras zonas mucho más amplias del cerebro. Además, si las clases son grupales la parte social también ayuda.
Somale resumió los consejos con la siguiente frase: “Tiene que dar placer y desafiar al cerebro. Tiene que ser algo que nos de trabajo. Algo más que lo rutinario”.