La época estival es ideal para estar al aire libre y disfrutar junto a nuestros amigos de cuatro patas. Pero ese momento de juego y relax bajo el sol puede resultar peligroso si no tomás los recaudos necesarios para que tu perro se mantenga fresco e hidratado. En esta nota, el veterinario Baltazar Nuozzi nos da algunos consejos fundamentales para poner en práctica cuando arde la ciudad.
¿Cuánto líquido debe tomar mi perro cuando hace calor?
El perro necesita naturalmente tomar más líquido que los humanos. Al no contar con glándulas sudoríparas utilizan el jadeo para eliminar el calor y eso genera un requerimiento hídrico mucho mayor.
El volumen de agua necesaria se puede estimar con una simple fórmula: cantidad de alimento ingerido por día (gramos) multiplicado por 1,25. El resultado es estimativo, ya que en verano el volumen de agua debe ser mayor. Por ejemplo, un perro que consume 500 gramos de alimento al día debería ingerir un litro y medio de agua.
¿Qué recaudos debemos tomar a la hora de los paseos durante el verano?
Este punto se debe evaluar de acuerdo a la raza. Algunas sufren menos el calor que otras. Tenemos que ser especialmente cuidadosos con los perros de pelo largo y los de nariz chata. Ambos son más propensos a sufrir un golpe de calor, una patología que aparece cuando el perro no logra un equilibrio entre la respiración, el calor recibido y su aparato cardiovascular. Este desbalance en su equilibrio funcional puede detectarse a simple vista: el perro jadea, le cuesta respirar, los ojos se le ponen rojos y se acuesta en el piso sin poder levantarse. Lamentablemente es común verlos en la calle, cuando salen con paseadores a las dos de la tarde bajo el rayo del sol con 35°C.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que las almohadillas de las patas son muy sensibles -mucho más que las yemas de nuestros dedos-. Una forma de darse cuenta de si el perro se está quemando es apoyar una mano sobre la superficie. Si a uno le quema, al perro le quema el doble. Lo recomendable es untarle vaselina sólida en las almohadillas plantares para crear un aislante a la hora de salir a caminar.
¿Cuáles son las alternativas cuando no podemos llevarlo de vacaciones con nosotros?
Hay varias opciones. Lo ideal es que algún familiar pueda trasladarse durante ese tiempo a tu casa para acompañar al perro, darle de comer y pasearlo. Cuando esto no es posible la mejor alternativa es buscar una guardería de confianza (de la cual se tengan referencias). Mucha gente acude a su paseador si él ofrece un servicio de guardería. Es una forma de que el animal siga en contacto con alguien a quien reconoce y respeta.
La guardería y el paseador son dos puntos sensibles porque uno delega la vida de su perro a un tercero. Es fundamental que este vínculo sea de suma confianza y saber que existe un vínculo afectivo entre la persona a cargo y el animal.
¿Y si mi perro no se lleva bien con otros perros?
Antes los pensionados eran solo un lugar de guarda. Hoy ofrecen otro tipo de servicios como el de adiestramiento, la evaluación del perro para saber con qué otros perros agruparlo para socializar y si hay que separarlo de otros animales que puedan resultar problemáticos. Entonces la guardería no sólo es “un techo” sino también un espacio de socialización, adiestramiento y entrenamiento para que hagan ejercicios y sean estimulados. Hay que evitar los lugares donde los perros sean enjaulados durante la mayor parte del día, también aquellos donde la superficie sea sólo de asfalto. La idea es que el perro disfrute de su estadía.