Cómo cuidar los pezones cuando se está amamantando

Una de las principales inquietudes que las madres presentan al momento de amamantar es el cuidado que hay que tener con los pezones. Aquí, algunas respuestas.

Muchas veces existen mitos o temores por parte de las madres respecto a un especial cuidado o trabajo que hay que tener con los pezones para poder amamantar. Por ello, enfatizo que si bien los cuidados son básicamente los mismos que se realizan durante el embarazo, el primer gran cuidado es justamente la prendida del bebé al pecho, y tener en cuenta algunas pautas de protección para prevenir que los pezones se agrieten o duelan.

Es importante que cada madre tenga la información adecuada y sepa que existen muchas variaciones en lo que respecta a tamaño y forma de los pechos de las mujeres, y que la producción de leche no depende de ello. Algunas pautas de protección de los pezones para tener en cuenta son:

Libre demanda: ofrecer el pecho al niño y amamantar con mucha frecuencia y sin restricciones horarias para conseguir un alivio en las mamas.

Extracción: es importante extraerse leche luego de la mamada si los pechos han quedado muy llenos aún. Esta leche puede almacenarse para dársela luego al bebé.

Buena prendida: es necesario que el bebé esté bien prendido: con la boca bien abierta, su barbilla tocando el pecho de la madre, y su labio inferior debe estar hacia afuera. El bebé debe succionar, detenerse y volver a succionar, con succiones profundas y lentas.

Aire: los pezones necesitan aire como medida preventiva ya que van a estar en contacto con la humedad todo el tiempo entonces cuanto más las madres puedan tener los pechos aireados será mejor así se evita la constante humedad.

Leche: se recomienda pasarse la mayor cantidad de veces posible leche por los pezones y por la areola porque tiene propiedades antibióticas, regenerativas antisépticas, para lubricar y suavizar el tejido del pezón. Evitar aplicar ungüentos en los pezones, y en caso de dolor, conviene usar leche del final de la toma para calmar el dolor.

Agua: los pechos deben lavarse solamente con agua y hay que evitar los jabones, aceites, o cualquier producto que puede alterar el pH de la piel o irritarla, ya que puede interferir con la lubricación natural de la misma.

Sol: es aconsejable cuando las madres tienen tiempo durante el embarazo, exponer los pechos al sol durante unos diez o quince minutos, siempre teniendo en cuenta el tema de los horarios no recomendables de exposición y la cantidad de tiempo. Está demostrado que el sol tienden a sanar los pezones agrietados y hace que se sequen más rápidamente.

El maravilloso acto de amamantar es el mejor modo de continuar vínculo que el bebé tenía con su madre en su vida intrauterina en el mundo exterior , y es importante saber que si se presentan algunas dificultades como grietas o lastimaduras en los pezones se puede intentar los cuidados mencionados o en algunos casos también pedir ayuda, para poder disfrutar plenamente este momento tan especial.

Por: Laura Krochik, especialista en Infancia y Crianza, Directora de la carrera de Puericultura de la Asociación Civil Argentina de Puericultura