Si hay un mes en el que los excesos afloran es diciembre. Las salidas, festejos, brindis y comilonas se extienden a los días de semana; las horas de sueño se acortan; los embotellamientos, las corridas y los cierres varios elevan el estrés; y en la carrera por llegar bien al verano se hacen esfuerzos a los que el cuerpo no está acostumbrado. Y en esa vorágine, la salud queda en un segundo plano.
El combo poco saludable que llega con las Fiestas incrementa el riesgo de sufrir un ataque vascular, ya sea un ACV o un infarto de miocardio, advierten desde el Colegio de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI). El riesgo es mayor para quienes conviven con algún factor de riesgo (tabaquismo, sedentarismo, sobrepeso u obesidad, hipertensión, diabetes, entre otras).
“Es frecuente recibir pacientes con múltiples factores de riesgo de enfermedad coronaria que luego de haberse excedido en las comidas y en la bebida, realizaron ejercicios físicos o esfuerzos no habituales, que les produjeron una descompensación coronaria. Particularmente, diciembre es una época del año donde queremos hacer en pocos días todo aquello que nos quedó pendiente. Recomendamos enfáticamente precaución y cuidado. Está muy bien comer algo rico y brindar con la familia, pero debemos hacerlo conscientemente y atendiendo las limitaciones de nuestro cuerpo”, planteó Aníbal Damonte, vicepresidente del CACI.
Desde la entidad, elaboraron una serie de consejos de la A a la F para evitar eventos indeseados durante estas épocas.
Actividad física: Evítela por lo menos durante la primera hora posterior a cada comida. En el proceso de la digestión, se acumula sangre en la región del sistema digestivo y sobreexigir al cuerpo con ejercicio puede afectar la función cardiovascular. Tampoco realice aquellas actividades a las que no está acostumbrado o para las que no ha recibido suficiente entrenamiento.
Bebida: Si va a conducir, no tome alcohol. Si no va a conducir, se recomienda una o dos copas como máximo y tratando de no mezclar distintos tipos de bebidas. Ocúpese de que siempre haya agua o bebidas sin alcohol disponibles sobre la mesa.
Comida: Evitar los excesos. Si tiene disponible platos alternativos, seleccione los más livianos y saludables y controle el tamaño de las porciones. Si usted forma parte de quienes deciden el tipo de alimentos para cada festejo, hágalo en forma responsable, poniendo el foco en el cuidado de los comensales más delicados de salud. Si comió en forma abundante intente compensarlo con una ingesta menor en su siguiente comida.
Descanso: Tenga en cuenta que necesita descansar y dormir. Organícese para cumplir con sus compromisos restándole el menor tiempo posible a sus horas de sueño.
Estrés: Establezca un programa para manejar su estrés. No acumule una cantidad de actividades que luego no va a poder abarcar. No pretenda dejar todo resuelto por el solo hecho de que termina el año. Muchas cosas pueden postergarse para los primeros días de enero y nada va a cambiar por eso.
Fumar: El cigarrillo, además de ser altamente cancerígeno, es uno de los principales factores de riesgo cardiovascular. El tabaquismo genera un proceso de ateroesclerosis acelerada de las arterias que lleva indefectiblemente a la enfermedad cardiovascular. Si todavía fuma, estas fiestas pueden ser una muy buena oportunidad para proponerse dejar de hacerlo. No dude en requerir ayuda médica para lograrlo.
“Atendiendo a estos consejos, estaremos tomando precauciones que nos ayudarán a disfrutar los encuentros que nos depare este mes de diciembre sin sobresaltos ni problemas de salud, y quizás hasta sean un punto de partida para futuros cuidados, más allá de las fiestas”, concluyó el cardioangiólogo Alejandro Cherro, presidente de la CACI.