Cómo actuar cuándo un perro tiene un accidente

Un accidente, una contusión, heridas e incluso fracturas, el riesgo siempre está latente. Los paseos diarios de nuestro perro pueden ser origen de situaciones en las que podría surgir un percance.

Mientras llevamos al animal al veterinario, es importante conocer la forma en que debemos actuar ante una emergencia para salvar la vida de nuestra mascota.

En los primeros pasos de un accidente es preciso acostar al perro sobre su lado derecho y cubrirlo inmediatamente con una manta. Un golpe fuerte supone un riesgo importante para la vida del animal.

Si quedara inconsciente, su cuello debe ser colocado de forma recta para permitir la entrada de aire. A continuación, abriremos su boca, intentando sacar la lengua con cuidado para eliminar cualquier resto de material que impida el paso de aire.

¿Cómo comprobaremos que el perro respira? Visualmente analizaremos si su pecho sube y baja. Si es preciso tomarle el pulso, lo haremos sobre la parte interna de las patas traseras. Es necesario tener en cuenta que el número de pulsaciones normales para un perro que no pase de los 13 kilos estará entre 100 y 160 por minuto.

Contabilizaremos el número de latidos del perro durante 15 segundos y multiplicaremos el número de pulsaciones percibidas por cuatro, para así obtener el total de latidos del animal por minuto. Esta operación la repetiremos para asegurarnos de que el recuento ha sido correcto.

Muy delicado es el traslado del perro accidentado al veterinario o centro de emergencia. Entre otras cosas, porque puede ser incómodo y doloroso para él. Es adecuado taparlo durante desplazamiento con una manta. Si el transporte se realiza en coche, no es buena idea llevarlo en el suelo del vehículo. Un frenazo podría aumentar el daño y las molestias.

Heridas, hemorragias, fracturas…
En el caso de hemorragias, hay que cortar cuanto antes la salida de sangre. Para ello aplicaremos una compresa de tela (el algodón deja restos de fibras) empapada en agua. Una vez detenida la hemorragia, cortaremos el pelo en torno a la herida para que se quede limpia y se acelere la curación. A continuación acudiremos rápidamente al veterinario.

Si la herida está originada por el mordisco de otro perro, además de cortar el pelo en torno al lugar del conflicto, limpiaremos con cuidado la zona infectada. Para ello utilizaremos agua tibia y un desinfectante para piel suave. Después, aplicaremos una crema antiséptica. Si la herida es profunda hay que ir rápidamente al veterinario.

Cuando hay una fractura, es preciso actuar con mucho cuidado, sin movimientos bruscos. Podemos intentar inmovilizar la zona lesionada (si tenemos conocimientos en primeros auxilios) mediante un lazo, revista, trozo de tela, etc. Si no conocemos la forma de proceder, lo recomendable es no manipular la zona, para no agravar la lesión.

Asfixia en el agua. Si el animal tuviera síntomas de ahogamiento y asfixia después de caer al agua, la forma correcta de alzarlo es levantándolo por sus patas posteriores. De esta forma conseguiremos que salga todo el líquido de sus pulmones. Si vemos que no respira, lo reanimaremos presionando de forma rítmica a los dos lados del tórax. Un truco casero pero práctico es cerrar bien la boca del animal y soplar con la otra mano en forma de tubo sobre los dos orificios de su nariz.

Un accidente en un supuesto de envenenamiento

Intoxicaciones y envenenamientos son otro de los riesgos importantes en que puede incurrir un can que pasea al aire libre. Los signos de un envenenamiento son claros, vómitos, mareos, convulsiones, etc. Incluso puede aparecer espuma por la boca.

Lo primero es identificar el veneno y guardar una muestra que llevaremos al veterinario. Mientras tanto, intentaremos que el animal no deje de beber leche o agua para conseguir diluir el veneno.

Si la sustancia tóxica ha entrado ya en contacto con la piel del perro, lo lavaremos con agua abundante para que, en el caso de que quiera lamerse, tome dosis de veneno. De ser preciso, incluso cortaremos su pelo para ello.

Urgencias en los ojos

A lo largo del paseo, son muchos los riesgos que acechan a nuestro amigo. Desde granos de arena hasta ramas de árboles con punta. Si se produce una herida en el globo ocular y el párpado está cerrado, no debemos forzarlo a que lo abra.

El botiquín para un accidente
No nos faltarán guantes, tijeras, yodo, vendas, esparadrapo, termómetro clínico, algodón, agua oxigenada, alcohol, gasas, etc.